Después de la Guerra Civil
(1936-1939) muchos científicos españoles se dirigen a diversos países
americanos: Colombia, Venezuela, Argentina, Estados Unidos, etc., pero la
política de México actuó de imán de muchos de los exiliados y así, un buen
número de científicos fijó su residencia en ese país centroamericano.
El 1 de marzo de 1940 ve la luz en
México el primer número de la revista Ciencia,
una publicación se subtitulaba “Revista hispano-americana de ciencias puras y
aplicadas”. La presentación de la misma la realizaba el insigne naturalista
Ignacio Bolívar Urrutia (1850-1944), y en ella se indicaba la finalidad de la
misma: “difundir el conocimiento de las Ciencias físico-naturales y exactas y
sus múltiples aplicaciones, por considerarlas como una de las principales bases
de la cultura pública, para lo que procurará, por todos los medios a su
alcance, aumentar el interés hacia su estudio en los países hispano-americanos”.
La revista se publica hasta 1975:
un total de 29 volúmenes que aparecen mensualmente (los veinte primeros) y
bimensualmente, el resto.