Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

17 septiembre, 2013

Nicolás Monardes nos habla del origen americano de la sífilis

Nicolás Bautista Monardes (ca. 1493-1588) fue un médico sevillano que estudió en la Universidad Complutense, donde en 1533 obtuvo el título de Bachiller en Medicina. Muy pronto se interesó por la botánica médica y hacia la mitad del siglo realizó actividades mercantiles, de diversos productos, entre los que se contaban los medicinales.
Aunque previamente Monardes había sacado a la luz diversos trabajos sobre los vegetales del Nuevo Mundo, no fue hasta 1574 cuando publicó una obra sobre las medicinas americanas: Historia medicinal de las cosas que traen de nuestras Indias Occidentales que sirven en Medicina, de la que me he ocupado en otra entrada de este blog.

Hay unos párrafos en este libro en los que Monardes da cuenta del origen americano de la sífilis:
"Las bubas vinieron de las Indias, y las primeras de Santo Domingo. Son entre los indios las bubas tan comunes y familiares como a nosotros las viruelas y casi todos los más de los indios y las indias las tienen sin que de ello hagan mucho escrúpulo, y vinieron de esta manera. En el año 1493 en la guerra que el Rey Católico tuvo en Nápoles con el rey Carlos de Francia que decían de la cabeza grande; en este tiempo don Cristóbal Colón vino del Descubrimiento que hizo de Indias y trajo consigo de Santo Domingo mucha cantidad de indios e indias, los cuales llevó consigo Nápoles donde estaba a la sazón el Rey Católico, el cual tenía ya concluida la guerra, porque había paces entre los dos reyes y los ejércitos se comunicaban unos con otros. Llegado allí Colón con sus indios e indias de los cuales los más de ellos iban con la fruta de su tierra que eran las bubas, comenzaron a conversar los españoles con las indias y los indios con las españolas y de tal manera aficionaron los indios y las indias el ejército de los españoles, italianos y alemanes, que de todo tenía el ejército del Rey Católico, que muchos fueron inficionados del mal. Y después, como los ejércitos se comunicaron, hubo lugar a que también se encendiese el fuego en el Real del Rey de Francia, de lo que se siguió que en breve tiempo los unos y los otros fueron inficionados de esta mala simiente y de allí se extendió por todo el mundo. 
Al principio tuvo diversos nombres; los españoles, pensando que se lo habían pegado los franceses, lo llamaron mal francés; los franceses, pensando que en Nápoles, lo llamaron mal napolitano. Los alemanes viendo que de la conversación con los españoles se les había pegado, la llamaron sarna española y  otros lo llamaron sarampión de las indias y con mucha verdad, pues de allí vino el mal”.

1 comentario:

  1. Hola Francisco. Perdone que me dirija a usted mediante un comentario en esta entrada del blog, pero es que no he encontrado ninguna otra forma de hacerlo. Quería hablar con usted sobre uno de sus libros. No sé si me puede proporcionar una dirección de e-mail, o si lo prefiere la mía es: hunkeko@hotmail.com. Gracias.

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