En el siglo XIX aparece en Cataluña un movimiento intelectual que buscaba en su pasado un renacimiento cultural, lo que se llamó Renaixença. Se quería utilizar el catalán en la literatura, y como la lengua es un distintivo nacional empezó a decirse que Cataluña es una nación. También se promocionó lo propio a través de juegos florales, centros musicales, asociaciones excursionistas, locales y comarcales, que a partir de 1880 difundieron la idea de una comunidad nacional al margen del sistema político de la Restauración.