Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

23 septiembre, 2011

Las científicas Barnés González: un modelo

No es demasiado difícil encontrar conjuntos familiares en los que algunos miembros se dedican a la misma actividad intelectual. Es un poco más arduo encontrar una saga con personas que hayan realizado una actividad científica relevante, pero se hace casi imposible hallar una familia en la que casi todas sus mujeres se dedicaron con éxito a la actividad intelectual... ¡en el primer tercio del siglo XX!
Francisco Barnés Salinas (1877-1947) fue un catedrático de Historia de Instituto que obtuvo el escaño de diputado en 1931 y fue ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1993, con el gobierno de Manuel Azaña, y después, en 1936 en el de Santiago Casares Quiroga primero y José Giral, después. Francisco casó con Dorotea González y tuvieron tres hijos y cuatro hijas: Dorotea, la mayor, nació en Pamplona en 1904, pero su padre se trasladó al Instituto de Ávila y en la población castellana nacieron Adela (1908) y Ángela (1912), la única que no se dedicó a la ciencia. Petra nació en Madrid (1910).
Dorotea Barnés estudió Ciencias Químicas en la Universidad Central de Madrid. En 1929, sin terminar la carrera, marcha a los Estados Unidos con una beca del Smith College de Northampton, en Massachussets, y una ayuda de la JAE.  Allí realizó algunos estudios de química con Mary Louise Foster —la que fuera directora, durante sus dos primeros años de funcionamiento, del laboratorio de Química de la Residencia de Señoritas— y de análisis espectral con Gladis Anslow (1892-1969), una física destacada en esa especialidad. Estas tres mujeres, Foster, Anslow y Barnés, publicaron en 1930 un trabajo sobre las algunas características químicas y el espectro de absorción de la cistina en una de las revistas científicas de bioquímica de mayor prestigio internacional, antes y ahora: The Journal of Biological Chemistry. Con este trabajo obtuvo el Master Degree of Science del Smith College. El curso siguiente nuestra científica obtuvo una beca para trabajar en química en la Universidad de Yale, en Connecticut.
Obtiene el grado de Licenciado en 1931, con Premio extraordinario y poco después alcanza el de Doctora. En ese mismo año empieza sus investigaciones en la Sección de Espectroscopía del Instituto Nacional de Física y Química, sección que dirigía Miguel Catalán Sañudo (1894-1957). Después, continuó trabajando como becaria en espectroscopía y obtuvo la cátedra de Física y Química del Instituto Lope de Vega de Madrid.
La Guerra Civil hizo que se exiliara, aunque el matrimonio ya le había alejado de su labor investigadora: “a mí me retiró de la ciencia mi marido”, declaró en 1996.
Su hermana Adela estudió la carrera de Químicas, licenciándose en 1932 en la Universidad Central de Madrid con Premio Extraordinario.
Desde 1931 y hasta 1936 trabajó con Enrique Moles (1883-1953) en el Instituto Nacional de Física y Química. En esta época ejerció como profesora ayudante en la cátedra de Química Inorgánica que Moles desempeñaba en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid.
Estaba en un congreso en París cuando empezó la Guerra Civil y no volvió a España. Se exilió a Méjico, donde trabajó de ayudante de Química Orgánica y Análisis Químico con José Giral (1879-1962), suegro de su hermana Petra, en la Escuela de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, donde se jubiló.
La tercera de las hermanas científicas, Petra, estudió Farmacia en la Universidad madrileña, donde se licenció en 1933 con Premio Extraordinario. Al finalizar los estudios su padre no la dejó (tampoco a la menor de las hermanas, Ángela) que realizara los cursos de capacitación para ser profesoras de Instituto. Investigó con Antonio Medinabeitia (1890-1974) en la Universidad Central y en el Rockefeller.
En cualquier caso, Petra emparentó con una familia de científicos y políticos, los Giral; con Francisco Giral González (1911-2002) se casó en 1932.  Después de la Guerra Civil el matrimonio se  exilió a Méjico y los esposos Giral trabajaron en el Centro Politécnico Nacional. Allí descubrieron juntos la fórmula de la giralgenina .
Petra trabajó, hasta su jubilación, en diversos laboratorios y falleció en 1992.

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