En 1841 nacía en Valencia José Joaquín Landerer y Climent.
De padre suizo y madre valenciana fue una personalidad autodidacta, algo no muy
frecuente en los ámbitos científicos. En la Universidad de Valencia logró el
grado de Bachiller en Ciencias y al casarse, en 1867, con Dolores de Córdoba,
hija de un terrateniente, tuvo el dinero suficiente para dedicarse a sus gustos
intelectuales. Desde muy pronto sus aficiones se dirigieron hacia los campos
astronómicos, geológicos, paleontológicos y meteorológicos.
Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio
(Santiago Ramón y Cajal)
27 diciembre, 2012
01 diciembre, 2012
Gregorio Marañón, psicólogo de la Historia (y II)
(...)
Los mismos subtítulos de muchas de sus obras de historia indican claramente el
aspecto psicológico de los personajes marañonianos: Amiel, que publica en 1932 y que subtitula Un estudio sobre la timidez, El
Conde-Duque de Olivares. La pasión del mandar (1936); Tiberio. Historia de un resentimiento (1939); su espléndido
estudio, poco leído y menos comprendido sobre la personalidad del Don Juan (1940); la considerada por
muchos de sus críticos su obra maestra, Antonio
Pérez (1947); el hermosísimo El Greco
y Toledo (1956) y tantas y tantas obras en las que el agudo “ojo clínico”
del médico pasó revista a muchos aspectos que no fueron advertidos por las
miradas de los historiadores más clásicos.
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