En la década de los setenta del siglo XIX se crearon, en varios países europeos, importantes laboratorios costeros y entre ellos destacó la famosa Stazione Zoologica de Nápoles, nacida en 1872 y vinculada a la Universidad de Würzburg, en Alemania. La Stazione era el primer centro de estudios sobre el mar y fue el punto de referencia para la ciencia marina de todos los países, incluido el nuestro.
Así, en la etapa comprendida entre 1883 y 1913, España envió a ese centro 15 becarios de los que dos de ellos, Augusto González de Linares y José Rioja, fueron los principales artífices (director y ayudante) de la Estación Marítima de Zoología y Botánica Experimentales, que se creó en Santander en 1889.
Augusto González de Linares nació en
Valle de Cabuérniga (Cantabria) en 1845 y entre 1861 y 1864 cursó estudios
universitarios de Ciencias Naturales y Derecho en la Universidad de Valladolid,
que finalizó en Madrid. En 1872 logró la cátedra universitaria de Historia
Natural en la Universidad de Santiago de Compostela.
El biólogo cántabro fue, con el
catedrático de Química Orgánica de su misma universidad, Laureano Calderón
(1847-1894), uno de los principales protagonistas de la protesta en contra de
una circular ministerial (1875) del ministro Orovio por la que se limitaba la
libertad de cátedra del profesorado. En marzo de ese año se adhieren a los
profesores compostelanos otros docentes de la Universidad Central. La actuación
del profesorado finalizó en la llamada “segunda cuestión universitaria” (poco
antes de la revolución de 1868 se produjo una primera muy similar) en la que
muchos docentes fueron apartados de sus cátedras. Uno de los resultados de la
misma fue la fundación en 1876, por parte de un grupo de profesores
represaliados, de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). En esta obra, que se
inició gracias al impulso de Francisco Giner, Gumersindo de Azcárate y Nicolás
Salmerón, también participaron otras personalidades, entre las que se
encontraba González de Linares.
Augusto González de Linares es profesor
y el primer secretario de la ILE desde 1876 hasta 1880 y en ella enseña
Cristalografía y Morfología Natural durante un tiempo y junto con su amigo
Salvador Calderón (1853-1911), hermano de Laureano, realiza viajes de estudios
por diversos centros científicos europeos. Santander a inicios del siglo XX
En 1881, con el gobierno liberal, vuelve
a ocupar su cátedra universitaria. No obstante, la plaza que tenía en la
Universidad de Santiago de Compostela se encontraba ocupada, por lo que fue
nombrado catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad de Valladolid.
Desde 1881 hasta 1884 continúa sus viajes a Europa y con comisiones oficiales
visita el londinense Museo de Historia Natural y los laboratorios franceses de
Wilmereux, Concarneau y Marsella y el napolitano de biología marina.
Son los años en los que comienza las
investigaciones sobre nuestro litoral y así, es comisionado para estudiar las
costas españolas. Eran los primeros pasos de la que iba a ser su obra
intelectual, la creación de una estación de biología marina.
En la Universidad de Valladolid participó activamente en la promulgación de la R.O. de 1886 por la que se creaba el primer centro español de biología marina, la Estación Marítima de Zoología y Botánica experimentales, que iba a depender del rector del distrito universitario de la ciudad costera donde se radicara el establecimiento. La finalidad de la Estación era la de estudiar la flora y la fauna de nuestras costas y mares adyacentes, aplicar estos conocimientos al desarrollo de las industrias marítimas y formar o incrementar las colecciones científicas de los museos y centros de enseñanza. La idea de González de Linares tuvo el apoyo de los krausistas de la ILE y muy especialmente de Francisco Giner y de Ignacio Bolívar y Urrutia (1850-1944), catedrático de Entomología en la Universidad de Madrid.
En septiembre de 1886 González de
Linares fue comisionado para estudiar la organización de la Stazione Zoologica
de Nápoles y cuando regresó fue nombrado director de la Estación española y
otro naturalista, José Rioja Martín (1866-1945), ayudante.
En los años siguientes los dos
científicos visitaron las costas atlánticas del norte y oeste de España y gran
parte de las gaditanas, con el fin de determinar la ubicación de la estación
biológica. Más tarde, González Linares presentó un informe al Ministerio de
Fomento en el que proponía su instalación en Santander y, después, realizó
gestiones con el fin de establecer tres pensiones que habían de ser sostenidas
por los Ministerios de Marina, Fomento y Ultramar para enviar a Nápoles a
jóvenes biólogos y oficiales de la Armada con el fin de aprender las técnicas
de la biología marina.
En 1901 la estación santanderina pasó a
depender del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y en 1907 ambos centros
quedaron bajo la tutela de la Junta para Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas.
La Estación de Biología Marítima de
Santander, como se la denominó más tarde, fue un centro que inspiró dos
importantes realizaciones institucionales españolas: el Laboratorio de
Hidrobiología creado por Celso Arévalo Carretero y el, mucho más importante,
Instituto Español de Oceanografía, fundado por Odón de Buen.
Uno de los científicos que estuvo en la
napolitana Stazione Zoologica fue el botánico Blas Lázaro
Ibiza (1858-1921), que dedicó al biólogo montañés la especie Centaurea
linaresii.Monumento al González Linares en Santander
El 2 de mayo de 1904, un día después del
fallecimiento de González de Linares en Santander, se convocó un pleno
municipal extraordinario en el que se le declaró Hijo Ilustre de la capital
cántabra, se le cedió gratuitamente un terreno en el cementerio donde, con
fondos municipales, se construiría un mausoleo y se daría su nombre a una plaza
de la ciudad. Desde febrero de 2005 sus restos descansan en el Panteón de
Personalidades del Cementerio de Ciriego.
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