Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

06 octubre, 2011

Jovellanos, un hombre lúcido

Podemos considerar, grosso modo, que la separación entre las disciplinas de ciencias y las de letras empieza en el siglo XIX. Antes existe un apoyo a la formación completa. Al menos, algunos hombres con responsabilidades políticas de la España ilustrada así lo entendieron.
Por ejemplo, Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), un hombre del derecho y la economía, tiene discursos extremadamente lúcidos a la hora de abordar el asunto que nos ocupa.
El sugerente título de su conferencia de ingreso a la Real Academia de la Historia (1780): Sobre la necesidad de unir al estudio de la legislación el de nuestra historia y antigüedades o la no menos interesante y novedosa Oración sobre la necesidad de unir el estudio de la literatura al de las ciencia, pronunciada el 7 de enero de 1794 en el Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía, son dos excelentes ejemplos de la forma de entender la enseñanza que tenía el asturiano.
En el último de los discursos citados recomienda que los hombres de ciencia tengan una formación humanística: “Si las ciencias esclarecen el espíritu, la literatura le adorna; si aquéllas le enriquecen, ésta pule y avalora sus tesoros; las ciencias rectifican el juicio y le dan exactitud y firmeza; la literatura le da discernimiento y gusto y le hermosea y perfecciona”; y más adelante,
“Ellas nos presentan las ciencias empleadas en adquirir y atesorar ideas, y la literatura en enunciarlas; por las ciencias alcanzamos el conocimiento de los seres que nos rodean, columbramos su esencia, penetramos sus propiedades, y levantándonos sobre nosotros mismos, subimos hasta su más alto origen. Pero aquí acaba su ministerio y empieza el de la literatura, que después de haberlas seguido en su rápido vuelo, se apodera de todas sus riquezas, les da nuevas formas, las pule y engalana, y las comunica y difunde, y lleva de una en otra generación”. 

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