En 1877 nacía en la localidad alemana de Ratisbona Hugo Obermaier Grad, uno de los más importantes paleoantropólogos de la primera mitad del siglo XX.
En 1877 nacía en la localidad alemana de Ratisbona Hugo Obermaier Grad, uno de los más importantes paleoantropólogos de la primera mitad del siglo XX.
En 1499, o quizá en el año 1500, nacía en el pueblo leonés de Sahagún de Campos el que fuera un excepcional humanista del Renacimiento y el primer investigador de la cultura de los indios mexicanos: Bernardino de Sahagún.
El pintor valenciano Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923) fue un artista muy prolífico que desde 1889 se instaló en Madrid y que destacó como retratista. Con sus pinceles plasmó a lo más importante de la cultura española de su tiempo: más de 700 retratos. Pintó al rey Alfonso XIII, al novelista Benito Pérez Galdós, al poeta Antonio Machado, al político Emilio Castelar... y a un buen número de científicos.
El “descubrimiento” del tomate por los europeos fue realizado con la conquista de México-Tenochtitlan por los hombres de Hernán Cortés, pues los naturales lo consumían en su dieta. Evidentemente, un fruto tan nuevo para los españoles llamó su atención y muy pronto se habló de él.
El día 1 de febrero de 1758 nacía en la población tinerfeña de Puerto de la Orotava (hoy Puerto de la Cruz) y Molina, científico e ingeniero civil y uno de los científicos europeos más influyentes de su época.
Nicolás Bautista Monardes fue un médico sevillano nacido alrededor del año 1493. Era hijo de un librero de origen genovés (Niculosu de Monardis) y de Ana de Alfaro, quizás hija del médico Martín de Alfaro. En la Universidad Complutense, en 1533, obtuvo el título de Bachiller en Medicina.
¿Se imaginan a un hombre del mundo de las letras citando con precisión y haciendo comentarios de la labor que hacen los hombres de ciencia? La estúpida separación educativa en ciencias y letras —que desde hace años es más mema aún ya que divide las ciencias y las letras en compartimentos más pequeños—, impide que cualquier estudiante del ámbito científico tenga unos mínimos conocimientos de literatura española y hace que uno de letras tenga problemas para diferenciar la retina del cristalino.
El gallego Ramón Silvestre Verea de Aguiar y García, o simplemente Ramón Verea, es una personalidad desconocida en el panorama cultural español. Nació en 1833 en la localidad pontevedresa de La Estrada, en la aldea de San Miguel de Curantes.
Hasta los años de juventud del madrileño Andrés Manuel del Río y Fernández (1764-1849) nadie podía sospechar la dirección de un adolescente que había destacado en latinidad y griego en el Real Colegio de San Isidro y que a los dieciséis años se había graduado de Bachiller en Teología por la Universidad de Alcalá de Henares.
En el primer tercio del siglo XVIII es aceptado por todo el mundo que la Tierra es un planeta, más o menos esférico, que gira sobre su eje y también lo hace alrededor del Sol. Sin embargo, se discute científicamente si está achatada en los polos o en el ecuador, es decir, hay dos teorías sobre la forma del globo.
Antonio Hugo de Omerique (1634 – ?, 1698) fue un matemático gaditano nacido en Sanlúcar de Barrameda. Adquirió una importante formación matemática en los Colegios de la Compañía de Jesús. Y es que, como numerosos matemáticos de su época, estudiaron en los centros de jesuitas muchos de los más importantes matemáticos del siglo XVII; por ejemplo, René Descartes (1596-1650), que estudió en el Collège Henri IV de La Flèche.
El escorbuto es una enfermedad
carencial debida al déficit de ácido ascórbico (vitamina C) que es un compuesto
necesario para la formación de una proteína fundamental, el colágeno. El nombre
procede del latín: scorbutus.
El déficit de vitamina C en la dieta, por la disminución o ausencia de los alimentos ricos en ella (frutas y verduras frescas) generaba esta enfermedad en la que los pacientes tenían pequeñas hemorragias, encías sangrantes, cansancio y otros signos que, en muchos casos terminaban con la muerte por parada cardíaca. No obstante, es positivo el hecho por el que la toma de productos ricos en ácido ascórbico restituye la salud en muy poco tiempo.
El Monasterio de El Escorial, construido entre 1563 y 1584, es un auténtico símbolo, no sólo de la figura del Monarca sino también de su reinado: centro cultural, templo, mausoleo, palacio, biblioteca, museo, etc.
En los albores del siglo XVI nacía en una ciudad de la Lombardía, en Cremona, una personalidad sobresaliente de la técnica europea: Juanelo (o Giovanni) Turriano. Tuvo la consideración de sus contemporáneos como gran matemático, relojero, ingeniero y astrólogo.
En el nordeste de la provincia de Buenos Aires, en la República Argentina, se ubica la cuenca del río Luján, un lugar excepcional para estudiar geología y paleontología. En el siglo XVIII era un territorio de la Corona española. Pues bien, en las barrancas del río, el fraile dominico Manuel de Torres (1750-1817), interesado en los estudios de la Naturaleza, fue informado por el alcalde de la ciudad de Luján de la existencia de unos restos óseos que parecían tener una gran importancia.
Fray Benito Jerónimo Feijóo y Montenegro Puga es un personaje fundamental de la España del siglo XVIII. Intelectual polifacético, lo tratamos en este blog por considerarle un estudioso de la ciencia y un gran divulgador de ella. No era un científico en sentido estricto, pero su respeto a la ciencia era tal que no la consideraba ni peligrosa ni el resultado de una actividad herética.
El valenciano Juan Gilabert Jofré (1350-1417), conocido también como padre Jofré, fue un religioso de la Orden de Nuestra Señora de la Merced desde los 20 años. Le cabe el honor de ser el fundador del primer psiquiátrico del mundo cristiano. Licenciado en Leyes, en 1374 fue ordenado presbítero y como mercedario dedicó su vida a la predicación y rescate de cautivos.
Santiago Ramón y Cajal fue un sabio extraordinario. Interesado en numerosos aspectos del conocimiento, dedicó parte de su tiempo a diferentes asuntos alejados de su principal ocupación, la neurociencia.
Pedro de Medina (c. 1493-1567) es una figura
fundamental del Renacimiento europeo, un hombre que se ocupó de numerosos
saberes: matemáticas, geografía, cartografía, astronomía, historia...
Basta fijarse en el año de su nacimiento para comprender que vino al mundo en un momento en el que los asuntos de navegación se volvieron fundamentales para los españoles en particular y los europeos en general.
El 25 de marzo de 1848
nacía en Navalmoral de
Durante el reinado de Felipe III se realizó, entre 1618 y 1619, una expedición hispano-lusa para confeccionar mapas en la región de la Tierra de Fuego. Dicho trabajo estuvo dirigido por dos hermanos pontevedreses: Bartolomé y Gonzalo García de Nodal. Partió de Lisboa y estaba formada por una tripulación de ochenta hombres y dos carabelas: Nuestra Señora del Buen Suceso y Nuestra Señora de Atocha. En la expedición participó un portugués llamado Pedro Teixeira.
En octubre de 1989 se publicó, por primera vez en España, la obra de un eminente extremeño, el jesuita Miguel del Barco. Se trata de la Historia natural de la Antigua California.
Inocencio
María Riesco Le-Grand es una personalidad poco conocida de
Estrictamente hablando, la veterinaria como tal no tiene entidad hasta que se crea la enseñanza oficial de la misma a finales del siglo XVIII (1793). Antes, a los profesionales de la veterinaria se les llamaba albéitares o mariscales y con estos nombres se hace referencia a los técnicos de la albeitería y mariscalería respectivamente.
El 7 de febrero de 1845 venía al mundo en la localidad vasca de
Vitoria —que por entonces tenía unos 15.000 habitantes—, una personalidad
polifacética y extraordinariamente interesante de la España del siglo XIX:
Ricardo Becerro de Bengoa.
Iván Sorapán de Rieros (1572-1638) fue un médico nacido en la población cacereña de Logrosán que escribió en 1616 una obra destacada en la historia de la medicina española de su tiempo: Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua. El extremeño utiliza los refranes como sustrato sobre el que desarrolla su amplia cultura; en su obra aparecen los temas médicos, biológicos, gastronómicos y dietéticos, históricos, geográficos, astronómicos y astrológicos, filosóficos...
Ha pasado desapercibido el fallecimiento de uno de los científicos españoles más importantes del siglo XX: Francisco José Ayala. Nacido en 1934 en Madrid, el 12 de marzo de este año habría cumplido 89 años. Era, probablemente, el más internacional de nuestros científicos actuales.
En los años sesenta del siglo XX se produce una eclosión de los movimientos ecologistas. La ecología como ciencia comienza a institucionalizarse y en la Universidad española se crea la primera de cátedra de esta disciplina, en la Facultad de Ciencias (Sección Biológicas) de la Universidad de Barcelona. La ocupa el más importante de los ecólogos españoles que en España han sido: Ramón Margalef. Creo que, sin temor a equivocarnos, puede ser considerado uno de los cinco hombres de referencia de la ciencia española del siglo XX. Un hombre que se mostraba muy crítico con las políticas superficiales del conservacionismo ecologista.