El madrileño José Echegaray y Eizaguirre (1832-1916),
premio Nobel de Literatura en el año 1905, aunque es más conocido por este
galardón, es desconocido por su faceta más interesante.
En efecto, muy pocos saben que, probablemente, su labor
como matemático tuvo una mayor trascendencia científica que su obra literaria,
a la que el tiempo ha juzgado implacablemente como ya en su época lo hicieron
muchos escritores del 98 y del modernismo. Pregunten por el autor de obras como
El gran galeoto y Mancha que limpia y saquen sus propias
conclusiones.
Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio
(Santiago Ramón y Cajal)
28 junio, 2022
Un matemático premio Nobel... de Literatura
18 junio, 2022
El cardenal matemático
Juan Martínez Silíceo (1477-1557) nació en Villagarcía de la Torre (Bajadoz) en el seno de una familia muy pobre y cambió su segundo apellido, Guijarro, por
el de Silíceo, de acuerdo con una costumbre muy corriente entre los
intelectuales de la época. Sin embargo, parece que la modificación la hizo
mientras educaba al joven Felipe II, para evitar que se dijera que un
“guijarro” era preceptor del Príncipe de Asturias.
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