Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

19 junio, 2012

La política le desvió de la psiquiatría: José María Esquerdo


José María Esquerdo Zaragoza nació en 1842 en la población alicantina de Villajoyosa. Era el menor de ocho hermanos e hijo póstumo de un labrador. Comenzó sus estudios de Medicina en Valencia y los terminó en la Universidad de Madrid, donde se doctoró en 1865. Su vocación científica le llevó muy pronto a orientarse por la patología mental.
Durante su carrera universitaria fue un activo miembro de la cátedra de Pedro Mata (1811-1877), su punto de referencia científico más importante. Esquerdo veía en Mata a un “sabio y venerable maestro” y a la autoridad máxima de la patalogía mental. No en vano había sido su alumno aventajado, su colaborador científico y docente: uno de sus seguidores tanto en el ámbito médico como en el político.
En 1868 obtuvo la plaza de médico en el Hospital General de Madrid, donde se había organizado una Escuela Libre de Medicina a raíz de “La Gloriosa”. Su interés por la psiquiatría le hizo viajar por diferentes países europeos y relacionarse con personalidades de la talla de Jean Martin Charcot y Cesare Lombroso (1836-1909).

Su labor científica ha sido reseñada de una manera antagónica: desde estudios casi hagiográficos a otros muy críticos de algunos historiadores de la psiquiatría.  Unos hablan de él como el verdadero innovador de la psiquiatría en nuestro país, mientras que otros le consideran un psiquiatra de “escasa categoría” respecto a los verdaderos profesionales de su tiempo. Y todo porque es muy difícil analizar su labor en la medida que no tiene casi producción escrita, la clave de la actividad intelectual, lo que hace realmente delicado estudiar sus ideas e influencias científicas.
Esquerdo es partidario de una formación amplia en medicina como requisito imprescindible para ser especialista en patología mental, de la misma forma que es defensor del concepto de monomanía, cuando eran otras las teorías de mayor aceptación en la psiquiatría europea. En realidad Esquerdo no realizó aportaciones significativas a la teoría o clínica psiquiátricas, sino que más bien fue un gestor de la balbuceante medicina psiquiátrica española.
Sus discípulos y colaboradores contribuyeron a hacer de Esquerdo un “genio” de forma que al establecimiento psiquiátrico de Carabanchel, probablemente su fruto más valioso, se lo comparó con el Edén, y así lo escribieron Pulido y Tolosa Latour en 1882: De Carabanchel al Paraíso. Recuerdos de un manicomio. En efecto, Esquerdo adquirió unos terrenos cerca de Carabanchel Bajo con un caserón que había sido colegio de instrucción primaria. Inaugurado el 20 de mayo de 1877, fue un acontecimiento social al que asistieron más de 200 invitados.
Además, Esquerdo fundó un manicomio más pequeño, al que llamó El Paradis, en su Villajoyosa natal.
Esquerdo también se acercó a la política, lo que le llevó a militar en el Partido Republicano Progresista, que habían fundado por Ruiz Zorrilla y Salmerón. En 1892 fue elegido concejal por Madrid y en 1893 diputado. Dos años después, fallecido Ruiz Zorrilla, fue elegido jefe nacional del partido y en 1897 fundó, con otros destacados políticos, la Unión Republicana Nacional. En 1910 presidió una coalición de republicanos y socialistas, por la que fue elegido diputado.  
“He traspuesto los sesenta sin consagrarme, como proyectaba, a redactar una sola obra de enfermedades mentales. La política me desvió de mi campo y ahora estoy tan quebrantado que presiento terminar mis días sin ser útil ni a la ciencia ni a nuestra santa causa”. Estas palabras resumen perfectamente su labor.
Murió en Madrid en 1912.

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