Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

30 julio, 2012

El paisaje como ciencia: Juan Carandell


Juan Carandell y Pericay nace en 1893 en la población gerundense de Figueras. Estudia el bachillerato en Barcelona y en 1911 obtiene el título de maestro de Primera Enseñanza. En Madrid se licencia en Ciencias Naturales (1913) y, bajo la dirección del geólogo Lucas Fernández Navarro (1869-1930), se doctora el año siguiente con una tesis sobre las calizas cristalinas del Guadarrama.
En 1910 la Junta para Ampliación de Estudios crea, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, el Laboratorio de Investigaciones Geológicas que, en un primer momento, dirige el ya eminente geólogo Eduardo Hernández-Pacheco (1872-1965), también catedrático de la Universidad de Madrid. En este Laboratorio toma contacto con el paleontólogo alemán Hugo de Obermaier (1877-1946), con el que realiza varios trabajos geológicos sobre el clima cuaternario en España y el glaciarismo de esa época en la Sierra de Gredos, Sierra de Guadarrama, Sierra Nevada y otros estudios más generales

En 1917 Juan Carandell obtiene por oposición la cátedra de Ciencias Naturales de Instituto de Bachillerato y es destinado a la ciudad cordobesa de Cabra, donde crea un museo y un laboratorio dotado excelentemente. Fue, en gran medida, responsable de que el Picacho de la Virgen de la Sierra de Cabra fuera declarado, en junio de 1929, Sitio Natural de Interés Nacional. Desde 1927 ocupa la cátedra en el Instituto de la capital de la provincia, centro en el que permaneció casi hasta el final de sus días.
Realiza también los estudios de Farmacia y en 1926 se licencia por la Universidad de Granada. Esto le habilita para regentar una oficina de farmacia en Córdoba.
El empeño excursionista de Carandell, tan caro a los hombres de la Institución Libre de Enseñanza, se manifiesta claramente a lo largo de su vida docente. Los viajes y excursiones que realiza pueden clasificarse en cuatro categorías: didácticas, individuales, científicas y otras.
Carandell fue miembro de la Real Academia de Córdoba (1929), de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (1935), representante del Ministerio de Instrucción Pública en XII Congreso Geográfico Internacional celebrado en Cambridge en 1928, etc.
A pesar de su corta vida, la producción bibliográfica de Carandell es abundante y diversa. Comprende alrededor de trescientos títulos de geología y geomorfología, de divulgación naturalista, excursionismo, literatura, etc. En su primera etapa científica son predominantes los trabajos de naturaleza geológica y más concretamente glaciológica. Después, ya en Andalucía, Carandell se orienta hacia investigaciones más geomorfológicas con trabajos en los que estudia la región en la que reside. Finalmente, en la última fase, se interesa por los estudios de geomorfología y antropogeografía. Además también escribió sobre asuntos relacionados con la enseñanza y artículos periodísticos.
Quizá, una de las facetas más interesantes de Juan Carandell es la de considerar los aspectos científicos del paisaje. Nuestro autor, que se muestra numerosas veces como un hombre admirador del paisaje per se, con “ansias de paisaje”, ve la necesidad de crear “un archivo de paisaje”, porque según su concepción: “Un pueblo culto debe conocer su propio país. El quantum de civilización de un pueblo viene representado por el cuidado con que está reconocido su territorio. Conócete a ti mismo es un aforismo tan aplicable a una nación como a un hombre”.
En 1936 marcha a Madrid, donde le sorprende la Guerra Civil. Poco después va a Pals, en Gerona, donde fallece en 1937.

No hay comentarios:

Publicar un comentario