Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

07 octubre, 2013

Julio Palacios y el Análisis Dimensional

El 12 de abril de 1891 nace en Paniza (Zaragoza) Julio Palacios Martínez uno de los físicos españoles más importantes del siglo XX.
En 1907 ingresa en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza y el año siguiente marcha a Barcelona, en cuya Universidad cursa las licenciaturas en Ciencias Físicas y en Ciencias Exactas, estudios, ambos,  que finaliza en 1911, la primera con Premio extraordinario. Se doctora en Física en 1914 y se incorpora como auxiliar numerario de Física General de la Facultad de Ciencias.
En 1916 gana por oposición la cátedra de Termología de la Universidad Central (en la que estuvo hasta su jubilación en 1961).  Obtiene una pensión de a la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) para el extranjero y marcha a la Universidad de Leiden (Países Bajos), un lugar de élite de la física que se hace en el mundo en esa época. Allí trabaja con Kamerlingh Onnes (1853-1926), descubridor de la superconductividad e investigador galardonado con el premio Nobel de Física en 1913. A la vez, asiste a los cursos de Física teórica del también holandés profesor Hendrik Antoon Lorentz (1853-1902), premio Nobel de Física en 1902.

Al regresar a España en 1918 se reincorpora a la cátedra y e ingresa en el Laboratorio de Investigaciones Físicas de la JAE que dirigía Blas Cabrera (1878-1945).
En 1927 se integra en una comisión de profesores nombrados por el Rey Alfonso XIII con la finalidad de visitar las más importantes universidades europeas y de América del Norte para crear el proyecto de la que sería la madrileña Ciudad Universitaria.
Preside la Sociedad Española de Física y Química para la que consigue el título de Real, que le es otorgado por Alfonso XIII y en 1932 lee el discurso de ingreso (“Mecánica cuantista”) en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, institución que presidió entre 1966 y hasta su fallecimiento.
Al iniciarse la Guerra Civil Palacios permanece en Madrid aunque su familia marcha a Lisboa. Al finalizar la contienda todos los catedráticos de la sección de Físicas de la Facultad de Ciencias de Madrid se exilian  o son sancionados (Catalán), pero Julio Palacios es rehabilitado y nombrado Vicepresidente del Instituto Nacional de Física y Química y Vicerrector de la Universidad de Madrid (cargo que ocupó hasta 1943).
En 1944 firma el famoso Manifiesto de D. Juan de Borbón desde Lausana cuyo resultado le provoca la suspensión de sus cargos y el confinamiento en Almansa (Albacete).  Poco después y hasta su jubilación su vida discurre entre Madrid y Lisboa. Probablemente la lectura del libro de Schrördinger ¿Qué es la vida? le lleva a interesarse por la biología y publica, en 1947, De la Física a la Biología. Lo cierto es que ello, acaso le condujo a la dirección del Instituto Portugués de Oncología y de la sección de Isótopos radiactivos. Años después (1953) ingresó en la Real Academia Española.
Desde el punto de vista científico Palcios publicó más de 150 artículos en revistas científicas de su especialidad. Sin embargo de la obra de este científico aragonés destaca sus trabajos sobre análisis dimensional, disciplina establecida como tal a partir de la obra de P.W. Bridgman, Dimensional Analysis. Sobre este asunto Palacios escribió un buen número de trabajos que terminaron en su obra más importante: Análisis Dimensional, obra que data de 1956. En ella desarrolla una teoría del análisis dimensional basada en hechos elevados a la categoría de postulados, que don dos: a) Pueden escogerse la leyes fundamentales de modo que consistan en relaciones de proporcionalidad entre potencias determinadas de las cantidades que intervienen en el fenómeno considerado; y b) Son ineludibles las constantes universales que relacionan dos magnitudes inseparables, y superfluas todas las demás (las características son todas ineludibles). De esta obra se ha escrito: que es de “referencia obligada” y que “hizo época” y “los años comprendidos entre 1956 y 1970 son, en suma, de entrada y de apoteosis del físico español en la Historia del Análisis Dimensional (González Posada y González Redondo, 2002).

En los últimos años de su vida alcanzó notoriedad por su crítica filosófica a la teoría de la relatividad, algo que no afectó a su prestigio internacional ya que en 1967 fue elegido primer Rector del Centro Internacional de Física creado en Trieste-Udine. Desde 1955 y hasta 1968 fue colaborador del periódico ABC con artículos divulgativos que en su mayoría eran de física y matemática. 
Falleció en Madrid el 21 de febrero de 1970.

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