Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

17 octubre, 2013

Sorapán de Rieros nos cuenta un refrán

Iván Sorapán de Rieros (1572-1638) fue un médico nacido en la población cacereña de Logrosán que escribió en 1616 una obra muy destacada en la historia de la medicina española de su tiempo:  Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua, sobre la que ya he escrito en otro lugar de este blog.

Vamos a ver en la siguiente entrada algunos fragmento de sus comentarios al refrán:  “Bien cuenta la Madre. Mejor cuenta el Infante”.

“(…) Conviene, pues advertir primeramente, para la inteligencia de este Refrán, que el tiempo que la criatura asiste en el vientre de su madre, se divide en cuatro partes, según doctrina de Galeno [Galenus lib. 1. de aemine c. 9,] , libro primero de semine capítulo nueve. El primer tiempo es, cuando el semen se tiene su propia forma; y entonces entre los Médicos se dice genitura, que así la llama Hipócrates en el libro de genitura. El segundo es, cuando ya la materia dicha toma cierta forma de sangre, y oscuramente se parece formando el Hígado, Corazón y Sesos. El tercero tiempo se dice aquel en que ya distintamente se conocen delineadas las partes dichas, y las demás del cuerpo, que son brazos, y piernas, se están oscuras, y no perfectamente formadas. En este segundo, y tercero tiempo, aún no es animal la criatura porque no se le ha introducido el ánima, ni tiene sentido ni movimiento, sólo ha vivido hasta allí vida de planta. Así lo enseña el Filósofo [Arist. lib. 3. de genera. ani. c. 2.], libro tercero de generación de los animales capítulo 2. diciendo: viven los animales, que se crían en huevos, y en animales a sus principios, vida de plantas. En estos dos tiempos, segundo, y tercero, dice Galeno en el lugar citado [Galenus lib. 1. de aemine c. 9,] , se dice comúnmente la criatura faetus. El 4 y último tiempo es, aquel en que ya se conocen brazos, y piernas, y las demás partes del cuerpo, perfectamente delineadas, y formadas, y ya se mueve la criatura y siente. En este tiempo pues le llama Galeno Infante, y este nombre observa todo el restante tiempo, que está en el vientre, y después de nacido, hasta el séptimo año de su edad. Dejando pues, nuestro Refrán, los nombres de genitura, y faetus, usa del que tiene la criatura en el cuarto tiempo, que es infante, y animal Racional, diciendo, bien cuenta la madre, mejor cuenta el infante. (…)
Pero sóla la mujer es Animal, que tiene muy diversos tiempos en su parto: porque unas veces paren en el séptimo, otras en el octavo, otras el noveno, y otras veces toca en el mes décimo, y algunas el onceno. Y en el libro cuarto capítulo cuarto de generación de Animales dice. Los brutos tienen un determinado tiempo, mas el hombre, tiene muchos. Lo propio muestra Votonio en el libro de Animales, en el propio capítulo de esta materia. Y Horacio Augenio, libro primero del parto del hombre, donde dice que la oveja, y la cabra, siempre paren el quinto mes de su preñado. El puerco, y el perro en el cuarto, el gato en el tercero, el asna, y la yegua en el deceno, y la vaca en el doceno, la Cierva al octavo, y la Osa a treinta días, y no los pare sin forma como el vulgo piensa. Sola la mujer, animal Racional carece del cierto tiempo de su parto, y no tiene que descuidarse en prevenir lo necesario para el Infante, como son, mantillas, camisas, pañales y fajas, porque si espera al noveno mes se hallará muchas veces engañada, naciendo el hijo, (que es el que cuenta ciertamente) al séptimo. Pues por bien que cuenta la madre, mejor cuenta el Infante. (…)”

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