Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

07 julio, 2018

Pioneros de los rayos X en España

En otro lugar de este blog he escrito sobre los rayos X en España (1)  y trataba sobre el primer artículo que se escribió en nuestro país sobre el asunto, firmado por el catedrático de Instituto Ricardo Becerro de Bengoa (1845-1902). En la presente entrada me voy a ocupar de otros aspectos sobre el descubrimiento de Wilhelm Conrad Röntgen (1845-1923).

Nuestro Premio Nobel de Literatura, José de Echegaray fue un gran divulgador y, a un hombre inteligente y perspicaz como él, no le pasó inadvertido este descubrimiento. Escribió un artículo, titulado “Los rayos X” que apareció en la primera página de El Liberal el miércoles 26 de febrero de 1896, a menos de dos meses del descubrimiento de los rayos X. En él resaltaba el impacto social del descubrimiento: “En Academias, en Universidades, en revistas de ciencias, en la prensa diaria de todos los países, hasta en salones y casinos, no se habló durante algunas semanas más que de los rayos X, de rayos catódicos, de tubos de Crookes, de fotografías a través de cuerpos opacos, y de universales transparencias para rayos invisibles de luz”. Y continúa varios párrafos después: “El descubrimiento del célebre profesor nos atrae, más que por nada, por lo que tiene de incomprensible o de contradictorio: luz que no se ve. Y, sin embargo, el hecho en sí, ni es nuevo, ni es contradictorio, ni es misterioso; es una novedad científica de sumo interés y de importantísimas aplicaciones; pero nada más”. De este artículo se publicó un resumen el 28 de febrero de 1896 en el Diario de Murcia.
Agustín Prió
Asimismo, cuando se había cumplido un mes de la noticia del descubrimiento de los rayos X, el que fuera catedrático de Física superior en la Universidad de Barcelona, Eduardo Lozano y Ponce de León, dio una conferencia el 10 de febrero de 1896 en la Academia de Ciencias y Bellas Artes de Barcelona; llevaba por título “Las radiaciones Röntgen, qué son y para qué sirven”, y se publicó en un pequeño folleto de 16 páginas.
Pero en el mundo de la medicina quizá el primero que usó de estas radiaciones en experimentos con rayos X en España fue César Comas Llavería (1874-1956), un hombre que fue fotógrafo antes que médico. Comas crea con  su primo Agustín Prió Llaberia (1873-1929) el Gabinete Médico de Röntgenología, centro privado que dará servicio al  Hospital de la Santa Cruz.  También interviene en el Congreso Röntgen de Dublín (1905), es nombrado director del Gabinete de Radiología de la Facultad de Medicina (1908), organiza el primer cursillo oficial en España de Röntgenología (1909), es el secretario general del V Congreso Internacional de Electrología y Radiología que tuvo lugar en Barcelona (1910), etc.
César Cómas
El impacto de la radiación sobre la piel, desconocido en su primera época, hizo que los primeros médicos y científicos que utilizaron los rayos X sufrieran las consecuencias y así les ocurrió a los primos Comas y Prió. Cuando el primero de ellos ingresó en 1931 en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona pronunció un discurso que versaba sobre la que fue su orientación científico-técnica: “Bosquejo del desarrollo de la Röntgenología médica”. En él recordaba que “desde el primer año que siguió al descubrimiento de Röntgen, ya hubo quien observó la aparición de lesiones, especialmente en el dorso de las manos, lugar que repetidamente quedaba expuesto a los rayos X, entre el tubo de Crookes y la pantalla fluorescente. Por este motivo los dos primos pactaron una estrategia a seguir en el quehacer de la vida cotidiana profesional. Prió utilizaría la mano derecha, y Comas, la izquierda. Así fue como, de modo irremediable, quedaron afectadas sus manos. Agustín Prió murió en 1929. En 1935 tuvieron que amputar el antebrazo izquierdo a Comas y, al año siguiente, le practicaron un vaciamiento axilar. Este último hablaba de sus operaciones como algo que había asumido y esperaba desde hacía tiempo. No era amante de elogios y adulaciones”.
También en 1896, en noviembre,  el médico y químico valenciano Vicente Peset Cervera (1855-1945) obtuvo en su laboratorio utilizando los rayos X una imagen de una mano con sortijas y un alfiler y otra que tenía 9 perdigones en el metacarpo. Mucho más interesante fue el hecho de que en 1898 presentara al IX Congreso internacional de Higiene y Demografía, que tuvo lugar en Madrid, una comunicación en la que explicaba la detección de adulteraciones medicamentosas que publicó el año siguiente en un opúsculo con el siguiente título: Adulteraciones de medicamentos demostradas por los Rayos X.
Gracias a la iniciativa del que fuera catedrático de Mecánica química de la Universidad Central, José Muñoz Castillo (1850-1926) se creó en 1903 el Laboratorio de radiactividad que más tarde pasó a ser Instituto de Radioactividad que tuvo, desde 1909, una revista que informaba de las investigaciones que sobre radiactividad se hacía en España; se trataba del Boletín del Laboratorio de Radiactividad. El centro estuvo funcionando hasta 1929, y se dedicó principalmente a la investigación de la radiactividad de las aguas y de la radioagricultura.

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