Televisión divulgativa

La divulgación es un asunto que no atrae demasiado a los hombres de ciencia de nuestro país. Pero no hay que olvidar la labor divulgativa que realizan algunas personas desde diferentes medios (prensa escrita, radio, televisión, cine, etc.) que, con gran dignidad, claridad y amenidad acercan la ciencia a la sociedad. 

Hoy día hay muchos medios técnicos para ilustrar un conocimiento científico y si esta comunicación se realiza desde la televisión probablemente llegará a mucha más gente que si se hace desde otro medio de información. Claro está que hace más de cincuenta años la divulgación científica en TVE, la única que había en España, era técnicamente más difícil que hoy, pero había la seguridad de que iba a llegar a cualquier persona que encendiera el aparato de televisión.

En lo que respecta a España dos hombres fueron punto de referencia en la TVE del siglo pasado: Luis Miravitlles y Torras, divulgador de muchas facetas científicas, y Félix Rodríguez de la Fuente, pionero de la divulgación conservacionista es España.

El barcelonés Luis Miravitlles i Torras (1930-1995) se licencia en Farmacia en la Universidad de Barcelona y aunque fue miembro de la Comisión Especial de Selenología de la NASA desde 1960 a 1970, su principal aportación a la ciencia la realizó en el ámbito de la divulgación, a través de diferentes medios de comunicación escritos, radiofónicos y audiovisuales. 

Escribió Visado para el Futuro, que fue editado en 1969 como parte de una colección de 100 libros de la Biblioteca Básica Salvat (promocionada como biblioteca de RTVE). En esta obra hace una solicitud a la juventud "para que dirija sus pasos a la ciencia del modo más altruista posible. Ellos son nuestros hombres del futuro. Y ellos dominarán el mundo".

Fue director de varios programas de divulgación científica en TVE en los primeros años de este medio: Visado para el futuro (1963-1965), Las fronteras de la ciencia (1966), Misterios al descubierto (1966-1970) y La Prehistoria del futuro (1974).

Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980) nació en la población burgalesa de Poza de la Sal. Aunque deseaba estudiar la carrera de Ciencias Naturales, su padre le convenció para que estudiara Medicina en Valladolid. Finalizada ésta, deseaba dedicarse a la zoología pero su padre le instigó, de nuevo, para que se hiciera odontólogo. Cumplió los deseos paternos pero al fallecer su progenitor orientó exclusivamente su trabajo y su vida al estudio zoológico.

Su interés por los halcones fue una constante en su trabajo y el punto de partida de su interés por la naturaleza. Escribió varios libros sobre este asunto entre los que hay que destacar El arte de la cetrería, cuya primera edición es de 1965 y que es referencia obligada de esta clásica técnica de caza. En esa misma década publicó numerosos artículos en la revista Blanco y Negro, participó en programas de televisión y poco después dirigió la “Operación Baharí”, en la que por primera vez se emplearon halcones para espantar las numerosas aves que dificultaban las maniobras de despegue y aterrizaje en los aeropuertos. En 1964 consiguió para este animal el estatus de “especie protegida”, que sustituía al anterior de “especie dañina” y en 1966 gracias a él se obtuvo un cambio en la legislación española a favor de la total protección de las aves rapaces nocturnas.

También estudió la etología de los lobos, una de sus especies zoológicas predilecta, de manera que llegó a vivir como líder de una manada de estos animales, lo que glosó en el documental “Señores del espacio”.  Además consiguió, al iniciarse la década de los 70, que el lobo ibérico dejara de ser una alimaña y fuera considerado una especie cinegética o de caza mayor.

Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente
 en su pueblo natal

Se inició en el medio televisivo con series como Imágenes para Saber, Fauna, Vida Salvaje, Planeta Azul hasta su obra más importante: El Hombre y la Tierra. Esta última  serie, con más de 130 documentales, empezó a emitirse en 1974 y Rodríguez de la Fuente fue su guionista, director, realizador y presentador. El Hombre y la Tierra se convirtió en punto de referencia de la divulgación científica realizada en la televisión y fue elegida en el año 2000 por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión como la mejor producción de la historia de la televisión en España.

Con la colaboración de biólogos importantes redactó dos grandes enciclopedias zoológicas: Fauna Ibérica y Enciclopedia Salvat de la Fauna, su obra escrita más importante, traducida a más de doce idiomas y publicada en más de veinte países.

En uno de sus numerosos viajes de naturalista, en 1980, mientras filmaba una carrera de perros esquimales en Alaska, la avioneta en la que viajaba sufrió un accidente y  fallecieron todos sus ocupantes.