Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

22 febrero, 2024

Sorolla retrata a médicos

 

El pintor valenciano Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923) fue un artista muy prolífico que desde 1889 se instaló en Madrid y que destacó como retratista. Con sus pinceles plasmó a lo más importante de la cultura española de su tiempo: más de 700 retratos. Pintó al rey Alfonso XIII, al novelista Benito Pérez Galdós, al poeta Antonio Machado, al político Emilio Castelar... y a un buen número de científicos.

Algunos de los hombres de ciencia que plasmó en sus lienzos son sobradamente conocidos: los retratos de José Echegaray, Santiago Ramón y Cajal, Gregorio Marañón, Luis Simarro, etc. figuran entre lo mejor del valenciano. Menos populares son los médicos, de los que voy a referir a continuación algunos de los aspectos más destacados de su labor.

En 1887 pintó a Rafael Cervera Royo (1828-1898). Licenciado en Medicina por la Universidad de Valencia, Cervera era doctor en Medicina interesado en la oftalmología. Hombre muy polifacético que se interesó también por la política (entre 1869 y 1890 fue diputado y senador) y poseía una colección de unas doscientas mil monedas que en 1902 fue vendida a M. Hungtinton, fundador de The Hispanic Society of America. Las monedas se encuentran en la actualidad en The Numismatic Society of America.

Rafael Cervera Royo 

En 1905 pintó al doctor Jaime González Castellano (1832-1917), médico de Jávea que se dedicó a estudiar a los enfermos de lepra de la comarca, donde la enfermedad era endémica. Jugó un papel fundamental en la apertura, en 1909, del Sanatorio de Fontilles.

Jaime González Castellano

En 1907 retrató a Joaquín Decref y Ruiz (1864-1939). Nacido en La Habana, cuando falleció su padre vino a la Península, a Sevilla, y después marchó a Madrid para realizar los estudios de Medicina. Se interesó por una especialidad novísima: la rehabilitación física. Así que hizo varios viajes de formación por el continente europeo para ampliar conocimientos  de ortopedia, radiología, etc.

En 1889 creó el Instituto de Mecanoterapia de Madrid (Instituto de Física Terapéutica, Ortopedia y Radiografía) y en la Universidad Central de Madrid, en la segunda década del siglo impartió unos cursos  de kinesiterapia y mecanoterapia, lo que en la actualidad incorporaríamos a la fisioterapia. Diseñó varios aparatos para facilitar el movimiento de las extremidades. Su obra más importante es de 1914 y es  Kinesiterapia. Manual de técnica de amasamiento y Gimnasia Médica y sus aplicaciones a las enfermedades del aparato locomotor.

Asimismo, escribió una obra titulada como A las madres: las deformidades de los niños (1908), que recuerda otra en lienzo pintada por el valenciano — para la Exposición Universal de París de 1900—  y titulada Triste herencia.

Joaquín Decref y Ruiz


Triste herencia
En 1918 pintó a Amalio Gimeno Cabañas  (1850-1936). Nacido  en Cartagena era doctor en Medicina y catedrático, en la Facultad de Valencia, de Terapéutica, Materia Médica y Arte de Recetar. Después pasó a la Universidad de Madrid como catedrático de Higiene y, más tarde, de Patología médica.

En su etapa valenciana,  la más importante desde el punto de vista científico, se ocupó de la farmacología y publicó varios trabajos sobre productos curativos naturales, medicamentos químicos, y otras sustancias. Gimeno incorporó todas las novedades de su tiempo a su Tratado elemental de terapéutica (1877). 

Se interesó por la política y  entre sus numerosos cargos  hay que destacar los de ministro: de Instrucción Pública y Bellas Artes (en 1906 y en la etapa 1911-12), de Marina (1913 y 1917-18), de Estado (1916-17), de la Gobernación (1918-19) y de Fomento (1919-1920). También fue consejero de Estado (1918-1920).

Amalio Gimeno Cabañas


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