Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

02 octubre, 2015

Ciencia y arte en la Historia del Perú

En 1799 se realiza en Madrid una obra pictórica singular, el Quadro de Historia Natural, Civil y Geográfica del Reyno del Perú, un óleo sobre lienzo de 3,25 metros de ancho por 1,15 metros de alto, que es un estudio sobre el Reino del Perú en el que se imbrican, en un continuo, imágenes y texto de manera que se puede considerar un libro ornamentado con cuadros o un texto con explicaciones literarias. Esta obra se conserva en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid y se inscribe en el contexto histórico del virreinato del Perú que administraba la Corona española, siendo rey Carlos IV. Además, en el Quadro es la primera vez que se divulgan imágenes ilustradas de los naturales, mostrados con gran dignidad y como vasallos útiles para la monarquía.

Son 194 cuadros, más los recuadros de texto, que se organizan alrededor de un plano del Perú y un dibujo de la Mina de Hualgayoc, y donde los espacios de separación de las  imágenes son realizadas con los textos.
Las imágenes de la obra, numerosas y de gran calidad, contrastan con los textos, escritos a mano con pluma (sobre lienzo pintado de blanco),  letra pequeña y difíciles de leer. 
El  Quadro tiene una doble autoría. Por un lado el texto es obra del economista vasco José Ignacio de Lequanda (o Lecuanda) Escarzaga y del pintor, que formaba parte de una familia de grabadores franceses, Luis Thiebaut. Lequanda era Contador Mayor del Tribunal de Cuentas de Lima, un estudioso del virreinato del Perú y sobrino del obispo ilustrado Baltasar Martínez de Compañón (1735-1797), que había colaborado con José Celestino Mutis (1732-1808) en la elaboración de la Flora de Bogotá y que había hecho un gran viaje por su obispado que finalmente publicó en una obra titulada Trujillo del Perú en el siglo XVIII. 
La obra estaba ideada para la Real Secretaría de Hacienda de Indias, por lo que la finalidad principal de la misma era ensalzar la riqueza de las posesiones peruanas de la Corona Española. Cuando se suprimió la Real Secretaría el Quadro pasó a formar parte del Ministerio de Hacienda hasta 1880, año en el que se trasladó al Museo de Ciencias Naturales gracias a las gestiones realizadas por el entonces director del Museo, Miguel Colmeiro (1816-1901), y por el naturalista e historiador Marcos Jiménez de la Espada (1831-1898).
La primera transcripción completa de la obra la realizó, en 1912, Francisco de las Barras de Aragón (1869-1955), en 59 páginas que aparecieron en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Barras de Aragón hace una introducción en la que indica que lo que buscaba con la transcripción de la obra era llamar la atención de la comunidad científica hacia ella.
Una diferencia fundamental que se observa con las ilustraciones realizadas por los expedicionarios científicos del siglo XVIII es que el pintor, Thiebaut, nunca estuvo en Perú, por lo que para ejecutar las imágenes del Quadro tuvo que utilizar las que realizaron expedicionarios al territorio americano; así, usó las imágenes de la obra, antes citada, Trujillo del Perú en el siglo XVIII, y las que hizo José Guío en la expedición Malaspina. 
¿Cómo está organizado el Quadro? En el centro se aprecia un gran mapa de Perú que está orientado con el Norte a la izquierda y el Sur a la derecha. Debajo está dibujado el paisaje de la mina de plata del Cerro de Chota, o Hualgayoc. Esta parte central está  rodeada de cuatro cuadros marinos en el que se observan 26 vertebrados.
A los dos lados de estos animales se ven en cinco filas, con seis pequeños cuadros cada una, de diversas especies de mamíferos terrestres al lado de las cuales se muestran diferentes vegetales.
Los márgenes externos del Quadro lo forman  88 cuadros de menor tamaño y en cada uno de ellos hay una especie de ave y otra vegetal.
En las esquinas se ven cuatro cuadros con dibujos de invertebrados, en su mayor parte insectos.
Finalmente, en la parte superior (debajo de los dibujos de las aves y plantas) hay 32 retratos de distintos tipos humanos.
En total se ven 381 especies biológicas.
El texto realizado por Lecuanda se puede dividir en tres apartados:
a) De naturaleza geográfica: descripciones de montañas, ríos y costas.
b) De los establecimientos humanos: gobierno, hacienda, etc.
c) De historia natural y muy especialmente dedicado a la flora y fauna.
Finalmente, como ejemplo, paso a transcribir tres descripciones del Quadro:
Papayo: que produce la fruta de su nombre en los lugares calientes de la sierra y de montaña: una de las más apetecidas por su gusto y virtud cordial, entre las que produce América”.
Mono chauca: que algo difiere en la cara y orejas a los comunes. Abunda en Jaén y ribera del río de las Amazonas: los he visto disecados en los Gabinetes de Historia Natural de Madrid y París. En el Brasil son apreciados”.
Limeña: se distingue por su traje extraordinario, dejándose admirar por su talento y agudeza. Tiene doble espíritu y altivez que los varones regionales, con cuyo imperio constante logran la prerrogativa del dominio”.





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