Pablo Fernández Izquierdo nació en Calzada de Oropesa (Toledo) en 1839. Hijo y nieto de farmacéuticos, en 1857 obtuvo el título de Bachiller en Filosofía y después, en la Universidad Central de Madrid, se licenció en Farmacia (1862).
En 1867 funda el periódico La Farmacia Española y el año siguiente vende su botica en Navalcán, cerca de su población de nacimiento, y compra otra en Madrid.
Pablo Fernández Izquierdo creó en el año 1877 el periódico Los Avisos, de Medicina, Cirugía, Farmacia, Veterinaria, Higiene pública y Ciencias naturales, como órgano de su establecimiento. Esta publicación en 1887 pasó a denominarse Los Avisos Sanitarios, cuya periodicidad al principio era quincenal aunque, a partir de 1878, saldría tres veces al mes. La revista iba dirigida a los profesionales sanitarios con el fin de hacer publicidad de sus medicamentos y principalmente de los que denominaba específicos “infalibles”. Pablo Fernández Izquierdo fue un creador de medicamentos, que elaboró a gran escala y que tuvieron un gran éxito entre médicos y pacientes, lo que le proporcionó unos ingresos excelentes.
De los muchos medicamentos que fabrico, dos fueron muy famosos: la Denticina infalible y las Píldoras Febrífugas. Así, por ejemplo, del primero decía: “La Denticina es el consuelo de las angustiadas madres y la salvación segura de los niños, que antes de conocerse este medicamento heroico sucumbían quizá en un cincuenta por ciento, y hoy se libran de la prematura muerte por causa de la dentición y no sufren el martirio de tanto padecimiento como se acumulaba ante la debilidad de la niñez y libres de obstáculos y dolores, se facilita la salida y el desarrollo de la dentadura…”.
Anunciaba también las píldoras para “Calenturas, cuartanas, tercianas, cotidianas, rebeldes y benignas, se curan con las píldoras febrífugo-infalibles de Fernández, conocidas en todo el orbe. Caja de 81 píldoras para rebeldes 24 rs., y 40 para benignas, 12 rs., con 3 rs. más se remiten certificadas. Pueden tomarse sin precaución y no tienen rival, siendo su éxito seguro e infalible”.
En el año 1878 compró en pública subasta el balneario de Gaviria. Entonces creó lo que podríamos llamar “el balneario en casa”, donde cualquier persona podría reproducir en su casa las condiciones de cualquier balneario:
“Todos los baños minerales que ofrecemos al público representan fielmente la composición de la aguas minerales de donde proceden y los enfermos que los usan obtienen el mismo alivio, tomándolos en casa, que tomándolos en los establecimientos, y la comodidad, la exención de peligros, el poder dirigir al enfermo y observarle su propio médico, que conoce lo que le conviene, la imposibilidad de viajar, ya por la enfermedad ya por falta de recursos, o por no ser posible abandonar loa negocios u otros mil obstáculos análogos, son ventajas de inmenso valor para el paciente y gran recurso para el médico que no quiere omitir medio alguno que conduzca al alivio de sus enfermos”.
Así por ejemplo, si uno quería recibir las propiedades del agua del Balneario de Carballo tenía la posibilidad de seguir las indicaciones del farmacéutico, que decían así:
“Baños concentradísimos de Carballo. Son sulfurosos termales, usados a la temperatura de 25, 28, 30 y 35 grados en el reumatismo, herpes, escrófulas, amenorrea o supresión del menstruo, leucorreas o flujo blanco y gastralgias, de uno 4 tres cuartos de hora, uno o dos baños al día y de 9 a 15 baños, y en bebida con el agua mineral sulfurosa de Carballo. Botella para baño 8 rs. y para bebida 4 rs. Sus manantiales en la provincia de Coruña”.
Pablo Fernández Izquierdo falleció en Madrid en 1893.
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