Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

08 septiembre, 2011

Pedro de Cieza de León: un magnífico relato de Ecología del Nuevo Mundo (I)


En la importante obra de Pedro de Cieza de León, La crónica del Perú (1553), abundan la referencias ecológicas pero es en el capítulo XLVI de la misma donde hace un relato espléndido de un ecosistema; entremezcla datos geográficos, etnográficos, antropológicos, botánicos, zoológicos, relaciones interespecíficas, etc. Primeramente sitúa la región que va a describir de manera global, encuentra concordancia entre la benignidad del clima y la variedad de formas naturales, ubica exactamente la provincia de Puerto Viejo, refiere los vegetales de la comarca, las especies zoológicas y las relaciones entre las diferentes especies.
“El primer puerto de la tierra del Perú es el de Pasaos, y dél y del río de Santiago comenzó la gobernación del marqués don Francisco Pizarro, porque lo que queda atrás hacia la parte del norte cae en los términos de la provincia del río de San Juan; y así, se puede decir que entra en los límites de la ciudad de Santiago de Puerto Viejo, donde, por ser esta tierra tan vecina a la equinocial, se cree que son en alguna manera los naturales no muy sanos.
En lo tocante a la línea, algunos de los cosmógrafos antiguos variaron, y erraron en afirmar que por ser cálida no se podía habitar. Y porque esto es claro y manifiesto a todos los que habemos visto la fertilidad de la tierra y abundancia de las cosas para la sustentación de los hombres pertenecientes, y porque desta línea equinocial se toca en algunas partes de esta historia, por tanto daré aquí razón de lo que della tengo entendido de hombres peritos en la cosmografía; lo cual es que la línea equinocial es una vara o círculo imaginado por medio del mundo, de levante en poniente, en igual apartamiento de los polos del mundo. Dícese equinocial porque pasando el sol por ella hace equinocio, que quiere decir igualdad del día y de la noche. Esto es dos veces en el año, que son a 11 de marzo y 13 de setiembre. Y es de saber que (como dicho tengo) fue opinión de algunos autores antiguos que debajo desta línea equinocial era inhabitable; lo cual creyeron porque, como allí envía el sol sus rayos derechamente a la tierra, habría tan excesivo calor, que no se podría habitar. Desta opinión fueron Virgilio y Ovidio y otros singulares varones. Otros tuvieron que alguna parte sería habitada, siguiendo a Ptolomeo, que dice: “No conviene que pensemos que la tórrida zona totalmente sea inhabitada.” Otros tuvieron que allí no solamente era templada y sin demasiado calor, mas aun templadísima. Y esto afirma San Isidoro en el primero de las Etimologías, donde dice que el paraíso terrenal es en el oriente, debajo de la línea equinocial, templadísimo y amenísimo lugar. La experiencia agora nos muestra que, no sólo debajo de la equinocial, mas toda la tórrida zona, que es de un trópico a otro, es habitada, rica y viciosa, por razón de ser todo el año los días y noches casi iguales. De manera que el frescor de la noche templa el calor del día, y así continuo tiene la tierra sazón para producir y criar los frutos. Esto es lo que de su propio natural tiene, puesto que accidentalmente en algunas partes hace diferencia”.

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