En 1895 nacía en Castellón de la
Plana Vicente Sos Baynat. Por problemas de salud empezó, con varios años de
retraso, el Bachillerato en el Instituto de su ciudad natal y finalizado el
mismo marchó a la Universidad Central de Madrid donde se licenció en Ciencias
Naturales (1919).
En 1925 se incorpora, por oposición, como
Preparador en el Museo de Ciencias Naturales. En esta institución trabaja con
su paisano el geólogo José Royo Gómez (1895-1961) y otros colegas en diferentes
expediciones por distintas zonas de España con el fin de conseguir materiales
para el Museo.
En 1927 consigue, también por
oposición, una plaza de profesor de Geología en el Museo de Ciencias Naturales
y ese mismo año es nombrado por la JAE profesor del Instituto-Escuela de Madrid, cargo que ocupa
hasta 1933, cuando pasó a ejercer como docente de Historia Natural en el
Instituto Quevedo de Madrid.
Sus investigaciones de esos años se
publicaron, principalmente, en el Boletín
de la Real Sociedad Española de Historia Natural, institución a la que se
había incorporado en 1925. Son trabajos
que versan sobre diversos aspectos científicos de su tierra natal: hallazgos
prehistóricos en Villarreal, la geología de la Sierra de Espadán, paleontología
de Vallibona, etc.
En 1934 se doctoró en Ciencias
Naturales con una tesis sobre “Estratigrafía y Tectónica de la Sierra de
Espadán”, que fue dirigida por Eduardo Hernández-Pacheco y Estevan (1872-1965),
considerado por muchos el Padre de la Geología Española.
En 1935 obtiene la cátedra de
Ciencias Naturales de Instituto y consigue plaza en el centro de Castellón,
pero pide la excedencia y no se incorpora a la misma para seguir con sus
investigaciones en Madrid.
Finalizada la Guerra Civil fue
expedientado y apartado de su puesto de catedrático y de su relación con el
Museo de Ciencias Naturales. Son los años en los que publicó algunos trabajos
de vulgarización, de traducción de textos ingleses, etc.
Poco después Vicente Sos empieza una
larga y fructífera relación con Extremadura. En efecto, el industrial José
Fernández López, que explotaba el Matadero de Mérida y que estaba interesado en
conocer los recursos minerales metálicos
de la región, le contrata en 1950 para localizar yacimientos minerales (de
casiterita y wolframita) de los que
extraer las materias primas para realizar la hojalata de las conservas. Gracias
a su trabajo se pusieron en explotación varios yacimientos.
Simultáneamente Sos estudió la geología
extremeña de manera que publicó numerosas investigaciones y recolectó una buena
colección de piezas que después han formado el Museo de Geología de
Extremadura, que lleva el nombre del científico de Castellón. El Instituto
Geológico y Minero de España también nombró a Sos colaborador oficial, cargo que
ejerció hasta su jubilación.
De esta etapa extremeña destaca la
labor que realizó en la “hoja de Cañaveral”, en el mapa geológico de España
(escala 1:50.000), y su investigación sobre la “Geología, mineralogía y
mineralogenia de la Sierra de San Cristóbal, Logrosán (Cáceres)”, que en 1965 obtuvo
el Premio Nacional de Ciencias de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas
y Naturales.
En 1965 se reincorpora a la cátedra
de Ciencias Naturales en el Instituto de Ciudad Rodrigo y aprovecha para
realizar estudios de la geología de Salamanca. Tras jubilarse en 1968, dos años
después de lo obligado generalmente, se incorpora en 1968 como profesor del Colegio-Estudio de
Madrid, dirigido por personas relacionadas con la antigua Institución Libre de
Enseñanza, donde ejerció como docente de Geología.
Entre sus numerosos galardones
destacamos la Medalla de Oro de Extremadura
(1991) y el hecho de ser el primer Doctor Honoris Causa de la Universidad Jaume I de Castellón (1992).
Falleció en Madrid en
1992.
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