Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

04 julio, 2013

Los hermanos Elhuyar y el wolframio (I)

El siglo XVIII es una época de gran conmoción en la ciencia química, es una centuria que muestra claramente la transición de unos modelos y terminologías pseudocientíficas a otras más cercanas a la modernidad, es una etapa en la que la publicación en 1789 del Traité elementaire de Chimie de Lavoisier (1743-1794) produce una alteración de los fundamentos de esta ciencia, similar a la que años antes había provocado Newton con sus Principia. El mundo químico asiste expectante a los estudios sobre la combustión, la síntesis del agua, la modificación de la nomenclatura química… y personalidades como Pristley, Scheele, Cavendisch, Furcroy, Berthollet, y muchos otros, son las grandes impulsoras de la disciplina. En este contexto histórico nacieron los hermanos Delhuyar.

Juan Delhuyar era un médico, natural de la población de Hasparren que había casado con Úrsula de Lubice, de la localidad vascofrancesa de San Juan de Luz. La situación del matrimonio no era demasiado desahogada en la Francia decadente de Luis XV y, teniendo en cuenta el origen vasco de los dos miembros de la pareja, decidieron fijar su residencia en Bilbao primero y en Logroño después, donde Juan ejercía de cirujano del Hospital y del Ayuntamiento. En la capital riojana Juan y Úrsula tuvieron tres hijos: Juan José (1754), Fausto Fermín (1755) y María Lorenza (1757).

Después de realizar estudios en Logroño, los hermanos marchan en 1772 a París para estudiar "Cirugía Química", pero en la ciudad del Sena se interesan por la química.
En el año 1778 Juan José y Fausto, pensionados por Carlos III y seleccionados por la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, viajan a Freiberg, a la Bergakademie, sin lugar a dudas el más importante de los centros académicos de estudios mineralógicos y metalúrgicos de la época. En él trabajaban importantes personalidades de la química de los metales.
La estancia de los hermanos Delhuyar en Freiberg se debía a motivos diferentes: el menor, Fausto, debía formarse científicamente para posteriormente ocupar la cátedra de Mineralogía y Metalurgia en la Real Escuela Patriótica, fundada al amparo de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País y aneja al Real Seminario de Vergara; por su parte, Juan José, recibió el encargo de la Secretaría de Estado de Marina de una misión secreta: debería meterse en las fundiciones de cañones que los ingleses tenían en Carron (Escocia), estudiar la técnica y volver a España, y todo lo haría "haciéndose pasar por alemán y del oficio".
Una vez completados sus estudios en Freiberg, se dirigen a Austria con el fin de aplicar los conocimientos teóricos adquiridos.
En efecto, al iniciarse el año 1781, los Delhuyar inician unas visitas técnicas a un conjunto de instalaciones metalúrgicas de Austria y alrededores: Schemnitz, Kremnitz, Neushol, Tajoba, etc. pero antes de finalizar el año, Fausto regresa a España como profesor de Mineralogía del Real Seminario de Vergara, donde inicia su labor docente en 1782. Se completa de esta manera la formación científica del menor de los hermanos, que fue considerado por Humboldt como un "sabio ilustre en los anales de las ciencias químicas".

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