En 1841 nacía en Valencia José Joaquín Landerer y Climent.
De padre suizo y madre valenciana fue una personalidad autodidacta, algo no muy
frecuente en los ámbitos científicos. En la Universidad de Valencia logró el
grado de Bachiller en Ciencias y al casarse, en 1867, con Dolores de Córdoba,
hija de un terrateniente, tuvo el dinero suficiente para dedicarse a sus gustos
intelectuales. Desde muy pronto sus aficiones se dirigieron hacia los campos
astronómicos, geológicos, paleontológicos y meteorológicos.
Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio
(Santiago Ramón y Cajal)
27 diciembre, 2012
11 noviembre, 2012
Ramón y Cajal y la ciencia no biológica
¿Cuál
era la visión que tenía Santiago Ramón y Cajal de las otras ciencias, de la
cultura científica que poco o nada tenía que ver con la neurobiología?
Sabemos,
por ejemplo, que siendo profesor en la Universidad de Valencia descubrió al Echegaray
científico a través del libro titulado Teorías
modernas de la Física. Sobre esta obra el biólogo dice que tiene mayor valor “que
las celebradas obras de vulgarización de Tyndall, en Inglaterra, y de J. H.
Fabre en Francia”. Esto lo contó en mayo de 1922, en el discurso de recepción
de la medalla Echegaray. Al nombrar el texto del polifacético escritor le
sirvió para comparar la divulgación científica hecha por el español y la que se
realizaba allende nuestras fronteras.
12 octubre, 2012
Los hombres de letras loan a los de ciencias
Pocas
personas conocen y reconocen el importante trabajo que hacen los hombres de
ciencia. Algunos se burlan de las, para ellos, “raras” investigaciones que
realizan estos, porque sus neuronas no les permiten comprender que, muchas
veces, la ciencia hace descubrimientos que “parecen” sin importancia y que
después, el tiempo, consagra como un gran avance.
No
es infrecuente encontrar en las primeras páginas de libros científicos de los
siglos XVI y XVII elogios al autor, realizadas por importantes, y no tan
eminentes, personajes del mundo de la literatura. Las alabanzas suelen ser
escritas en verso y el soneto es utilizado frecuentemente. En relación con esto
quiero traer a cuento un ejemplo poco desconocido; ignorado porque a Liñán de
Riaza no le conocen ni los licenciados en Literatura española (hagan la prueba)
y al médico Pedro Torres...
01 octubre, 2012
Ramón y Cajal y Echegaray
En
1907 la Real Academia
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales crea, a propuesta de Santiago Ramón y
Cajal, la “Medalla Echegaray” para honrar la memoria del que fuera su
presidente y para servir de acicate a todos los hombres de la cultura. Esta
distinción la recibieron, además del matemático (y dramaturgo) a la que debe su
nombre, en 1910, el arabista Eduardo Saavedra, en 1913 S.A.R. el Principe
Alberto I de Mónaco (fundador del Museo Oceanográfico), en 1916 el ingeniero
Leonardo Torres Quevedo, tres años más tarde el químico Svante Arrhenius, en
1922 el histólogo Santiago Ramón y Cajal, en 1925 el profesor Hendrick A.
Lorenz, en 1928 el zoólogo Ignacio Bolívar, etc.
19 septiembre, 2012
1902 y el trato que se da en España a la química
Sin
comentarios, porque no los necesita, trascribo un fragmento de un artículo de
José Rodríguez Carracido (1856-1928), catedrático de Química Orgánica y de
Química General, titulado Cómo cultivamos
la Química en
España y cómo debe ser cultivada, que apareció en 1902 en Nuestro Tiempo.
10 septiembre, 2012
Ciencia y cultura españolas
La desconsideración con los trabajos de los
hombres de ciencia la podemos encontrar en muchos libros, entre los que están
los que tratan asuntos históricos. Teniendo en cuenta exclusivamente obras de historia
de España o de cultura española, de carácter más o menos general o divulgativo,
podemos afirmar que la mayor parte de libros de este asunto olvidan la labor
científica, obvian a las instituciones relacionadas con la ciencia y, en fin,
ningunean todo aquello que tenga el menor viso científico. Veamos tres casos
más que significativos: una historia general de España, un texto general de
cultura española y un libro de cultura española de los siglos XVI y XVII.
24 agosto, 2012
Breve historia de la ciencia española (López Ocón)
Cualquier
texto que pretenda enseñar a nuestra sociedad los logros de la ciencia española
de todas las épocas, me parece un loable propósito, y habré de alegrarme de que
un libro como esta Breve historia de la
ciencia española de Leoncio López-Ocón (Alianza, Madrid, 2003, pp. 479,12
euros) figure en las librerías y bibliotecas de nuestro país. No es un texto reciente, pero es bueno y eso
basta.
La
obra de López-Ocón está dividida en tres partes fundamentales: la primera
comprende los avatares científicos y técnicos de la España de los Austrias, la
segunda abarca las actividades de esta índole en los siglos XVIII y XIX, hasta
1875; y en la última se interesa por los postreros 125 años de nuestro pasado
científico y tecnológico. Uno de los hilos conductores de esta obra es que hay
momentos de “guadianización”, oscurecimiento, o casi desaparición de la
actividad científico-técnica, después de una etapa de influencia.
13 agosto, 2012
Las sociedades de Ciencias Naturales en el cambio de siglo (XIX-XX)
Desde
el último tercio del siglo XIX se fue creando en España una base institucional
naturalista en la que el territorio español era explorado por científicos de
allende nuestras fronteras porque, a fin de cuentas, era un espacio riquísimo
en novedades, mucho más rico que los de los lugares de origen de los
extranjeros. Quizá por esto es más que posible que el desarrollo científico de
la historia natural en España esté relacionado con proyectos colectivos más o
menos nacionalistas.
Y esta
situación provocó la renovación de los saberes en ciencias naturales en dos
aspectos: uno referido al reconocimiento de los naturalistas españoles de la
etapas anteriores y otro al que tuvo que ver con el conocimiento que de la
naturaleza de su territorio hacen los científicos de nuestro país.
30 julio, 2012
El paisaje como ciencia: Juan Carandell
Juan Carandell y Pericay nace en 1893 en
la población gerundense de Figueras. Estudia
el bachillerato en Barcelona y en 1911 obtiene el título de maestro de Primera
Enseñanza. En Madrid se licencia en Ciencias Naturales (1913) y, bajo la
dirección del geólogo Lucas Fernández Navarro (1869-1930), se doctora el año
siguiente con una tesis sobre las calizas cristalinas del Guadarrama.
En 1910 la
Junta para Ampliación de Estudios crea, en el Museo Nacional de
Ciencias Naturales de Madrid, el Laboratorio de Investigaciones Geológicas que,
en un primer momento, dirige el ya eminente geólogo Eduardo Hernández-Pacheco
(1872-1965), también catedrático de la Universidad de Madrid. En este Laboratorio toma
contacto con el paleontólogo alemán Hugo de Obermaier (1877-1946), con el que
realiza varios trabajos geológicos sobre el clima cuaternario en España y el
glaciarismo de esa época en la
Sierra de Gredos, Sierra de Guadarrama, Sierra Nevada y otros
estudios más generales
28 junio, 2012
Ciencia, revista del exilio científico español
Después de la Guerra Civil
(1936-1939) muchos científicos españoles se dirigen a diversos países
americanos: Colombia, Venezuela, Argentina, Estados Unidos, etc., pero la
política de México actuó de imán de muchos de los exiliados y así, un buen
número de científicos fijó su residencia en ese país centroamericano.
El 1 de marzo de 1940 ve la luz en
México el primer número de la revista Ciencia,
una publicación se subtitulaba “Revista hispano-americana de ciencias puras y
aplicadas”. La presentación de la misma la realizaba el insigne naturalista
Ignacio Bolívar Urrutia (1850-1944), y en ella se indicaba la finalidad de la
misma: “difundir el conocimiento de las Ciencias físico-naturales y exactas y
sus múltiples aplicaciones, por considerarlas como una de las principales bases
de la cultura pública, para lo que procurará, por todos los medios a su
alcance, aumentar el interés hacia su estudio en los países hispano-americanos”.
La revista se publica hasta 1975:
un total de 29 volúmenes que aparecen mensualmente (los veinte primeros) y
bimensualmente, el resto.
19 junio, 2012
La política le desvió de la psiquiatría: José María Esquerdo
José María
Esquerdo Zaragoza nació en
1842 en la población alicantina de Villajoyosa. Era el menor de ocho
hermanos e hijo póstumo de un labrador. Comenzó sus estudios
de Medicina en Valencia y los terminó en la Universidad de
Madrid, donde se doctoró en 1865. Su vocación científica le llevó muy pronto a
orientarse por la patología mental.
Durante
su carrera universitaria fue un activo miembro de la cátedra de Pedro Mata
(1811-1877), su punto de referencia científico más importante. Esquerdo veía en
Mata a un “sabio y venerable maestro” y a la autoridad máxima de la patalogía
mental. No en vano había sido su alumno aventajado, su colaborador científico y
docente: uno de sus seguidores tanto en el ámbito médico como en el político.
En 1868
obtuvo la plaza de médico en el Hospital General de Madrid, donde se había organizado
una Escuela Libre de Medicina a raíz de “La Gloriosa”. Su interés por la
psiquiatría le hizo viajar por diferentes países europeos y relacionarse con
personalidades de la talla de Jean Martin Charcot y Cesare Lombroso (1836-1909).
08 junio, 2012
Los conocimientos complementarios a la hidrología en el siglo XIX
Durante mucho tiempo,
antes de que la hidrología tuviera cierta entidad en los centros
universitarios, los saberes científicos al respecto eran muy peculiares. Hay
que tener en cuenta que la hidrología no formó parte del currículum de la
carrera de médico hasta 1866, donde se impartía en la asignatura de “Ampliación
de la Terapéutica
y Farmacología. Hidrología médica”, bien es cierto que no hubo cátedra de la
disciplina hasta 1912 y sólo en Madrid.
21 mayo, 2012
Conocimientos científicos de Lope de Vega
El gran Lope de Vega da cuenta de la utilidad de las plantas del
huerto de Belardo (en una de sus poesías líricas) utilizando conceptos de la
medicina y farmacopea clásicas:
Hortelano
era Belardo
de
las huertas de Valencia,
que
los trabajos obligan
a
los que el hombre no piensa.
Pasado
el hebrero loco,
flores
para mayo siembra,
que
quiere que su esperanza
dé
fruto a la primavera.
El
trébol para las niñas
pone
al lado de la huerta,
que
por la fruta de amor
de
las tres hojas aprenda.
Albahacas
amarillas,
a
partes verdes y secas,
trasplanta
para casadas
que
pasan ya de los treinta
y
para las viudas pone
muchos
lirios y verbena,
por
que los verde del alma
encubre
la saya negra.
torongil
para muchachas
de aquellas
que ya comienzan
a
deletrear mentiras,
que
hay poca verdad en ellas.
El
apio a las opiladas
y a
las preñadas almendras,
para
melindrosas cardos
y
ortigas para las viejas.
Lechugas para briosas
que
cuando llueve se queman,
mastuerzo
para las frías
y
ajenjos para las feas.
(…)
10 mayo, 2012
Un manifiesto conservacionista de 1898
En el año 1872 los
EEUU iniciaron una política internacional conservacionista con la declaración
de Parque Nacional al de Yellowstone y España fue pionera a la hora de aceptar
esa forma de entender el medio natural. El 6 de abril de 1902, el que fuera
ingeniero de montes tarraconense Rafael Puig i Valls (1845-1920), presentó las bases del proyecto de Parque
Nacional de la Montaña de Montserrat.
30 abril, 2012
Luiz Zapata, un hombre de letras que opina sobre la ciencia
Nacido en el siglo XVI en Llerena (Badajoz), Luis
Zapata de Chaves desempeñó diversos cargos cortesanos. Se le conoce un extenso
poema dedicado a Felipe II en el que narra los acontecimientos más importantes
del reinado de su padre: Carlo famoso
(1566); tradujo el Arte Poética
(1592) de Horacio; escribió un libro sobre cetrería y una más que interesante Miscelánea. Silva de casos curiosos que
fue publicada por primera vez en 1859. En este último texto podemos leer
importantes referencias al mundo de la ciencia de la época, en las que el autor
se alegra del tiempo que le toca vivir, pondera a los grandes hombres del arte
y de la literatura y no se olvida de los personajes eminentes de la ciencia y
técnica que le son coetáneos.
18 abril, 2012
García de Galdeano, impulsor de la matemática
Zoel García de
Galdeano y Yanguas (1846-1924), nació en Pamplona en 1846. Su padre, capitán
del Ejército, fue fusilado por los insurrectos de la Isla de Santo Domingo. La
familia decidió entonces emigrar a Zaragoza y, desde entonces, toda la vida de
este matemático estuvo relacionada con la capital aragonesa.
En Zaragoza
siguió primero la carrera de Perito Agrimensor tasador de tierras y, después,
la de Magisterio (1869). Ese mismo año, en un examen libre, fue graduado de
Bachiller, lo que le permitió matricularse en la Universidad, en la Facultad de
Filosofía y Letras y, desde el año siguiente, también en la Facultad (Libre) de
Ciencias Exactas. Obtuvo las dos licenciaturas en 1871 y entonces fue nombrado
catedrático de Cálculo Diferencial y recibió el grado de Doctor en Ciencias
antes de que suprimieran la licenciatura y el doctorado en Ciencias de la
Universidad de Zaragoza.
08 abril, 2012
Las amistades de Gregorio Marañón
Todos
tenemos mucho que aprender y poco que enseñar y, por eso, si nuestros amigos
son homogéneos, culturalmente hablando, será fácil que las conversaciones
acaben en un punto común, con diferencias de matiz. Un ciclo de conferencias,
tertulia, grupo de discusión, etc., formado por hombres y mujeres de distinto
origen intelectual es, sin duda, un buen lugar de encuentro y enriquecimiento
personal.
En
Gregorio Marañón, el hombre capaz de disfrutar de la vida porque todo le
interesaba, era una persona de conocimientos, así, de saberes sin adjetivos.
Desde muy joven, siendo aún estudiante de Medicina, asistía a los
acontecimientos culturales del Ateneo madrileño, bien para oír un recital
poético de Rubén Darío, o participar como claque en los “miércoles wagnerianos”
del Teatro Real.
29 marzo, 2012
Juan Carandell: paisaje y literatura
Juan Carandell y Pericay (1893-1937) fue uno de los científicos
más polifacéticos de su tiempo. Licenciado y doctorado en Ciencias Naturales
ejerció como docente de Bachillerato en varios Institutos cordobeses.
Quizá, una de las facetas más interesantes de Juan Carandell es la
de considerar los aspectos científicos del paisaje. Considera la necesidad de crear “un archivo de paisaje”, porque según su concepción:
“Un pueblo culto debe conocer su propio país. El quantum de
civilización de un pueblo viene representado por el cuidado con que está
reconocido su territorio. Conócete a ti mismo es un aforismo tan aplicable a
una nación como a un hombre”.
20 marzo, 2012
Pujiula y el Laboratorio Biológico de Sarriá
La creación de museos de ciencias naturales y laboratorios dedicados a las ciencias experimentales en los centros docentes de la Compañía de Jesús fue una característica muy común a los colegios de jesuitas creados durante la Restauración alfonsina. En este contexto, los jesuitas españoles intentaron construir en Tortosa una agrupación de instituciones científicas en la que se harían estudios de astronomía, química y biología. Tortosa era, a fin de cuentas, capital de la “provincia” de la Compañía de Jesús en la que estaba incluida Cataluña. De acuerdo con ello, el jesuita Ricardo Cirera Salse (1864-1932) fundó, en 1904, en la cima de una de las colinas al Oeste de la población tarraconense de Tortosa, en Roquetas, el Observatorio del Ebro, con el que se quería estudiar la actividad solar en los fenómenos geofísicos.
13 marzo, 2012
Juan Dantín y la geografía
Juan Dantín
Cereceda fue uno de los geógrafos más preclaros del siglo XX. Nació en 1881 en Madrid, en cuya Universidad obtuvo
en 1904 la licenciatura en Ciencias Naturales y en 1912 su doctorado con una
tesis que versaba sobre la constitución e interpretación del relieve de la
península Ibérica.
Una parte de
su actividad intelectual estuvo orientada hacia la enseñanza. Así, obtuvo la
cátedra de Agricultura y Técnica Agrícola e Industrial en el Instituto de Baeza
en el año 1909, en 1910 pasó al de Albacete, en 1912 al de Guadalajara y en
1919 al Instituto Escuela, centro éste dependiente de la Junta para Ampliación
de Estudios (JAE). En 1922, con una nueva oposición, obtuvo la misma cátedra
del madrileño Instituto de San Isidro.
29 febrero, 2012
Trueta y el tratamiento de las heridas de guerra
El
barcelonés Josep Trueta i Raspall (1897-1977) se licenció en Medicina en 1921 y
es conocido en la historia de la ciencia por su método de tratar las heridas de
guerra.
En
1936, al iniciarse la Guerra Civil, el médico barcelonés comenzó a trabajar con
los heridos (“La
guerra civil la he conocido sobre la mesa de operaciones” dijo en cierta
ocasión). Trueta estaba utilizando un método de cura oclusiva de heridas
abiertas, basado en las aportaciones sobre osteomielitis crónica del cirujano
norteamericano de Hiram Winnet Orr (1877-1956).
Consistía en la limpieza de la herida con mucha agua y jabón, eliminación de
los cuerpos extraños, escisión de esfacelos, taponamiento de la cavidad
mediante relleno con gasa vaselinada y drenaje e inmovilización del miembro en
un vendaje de yeso.
09 febrero, 2012
Un cronista en Argentina
Martín del Barco Centenera nació en la localidad cacereña de Logrosán allá por el año 1544. Pasó más de veinte años en las Indias y escribió una interesante obra titulada Argentina y conquista del Río de la Plata , que fue publicada en Lisboa en 1602. Quizás, lo primero que hay que decir de este cronista extremeño es que del título de su obra, Argentina, tomó el nombre la nación que lo lleva.
26 enero, 2012
Alguna tontería en el debate del darwinismo
Podemos decir que en la España del último tercio del siglo XIX, en los ambientes culturales de cualquier orientación el debate sobre la teoría de la evolución lo impregna casi todo; está, obviamente, en los ámbitos científicos, pero también se habla del darwinismo en los ámbitos políticos, literarios, docentes, religiosos, filosóficos… Muchos partidarios y adversarios de estas teorías no han leído la obra del científico británico, pero la utilizan.
18 enero, 2012
Ochoa en Estados Unidos
La vida científica de Severo Ochoa se puede dividir en tres partes perfectamente delimitadas: los años de formación en España primero y en otros países europeos (Alemania e Inglaterra) después; una segunda época formada por las décadas de esplendor del premio Nobel en los Estados Unidos; por último, los años en los que el científico de Luarca fue un gran impulsor de los estudios e investigaciones bioquímicas y de biología molecular en España.
11 enero, 2012
Una visión científica de la Biblia en el siglo XVI: Arias Montano
Fregenal de la Sierra, en la actual provincia de Badajoz, vio nacer en 1527 a una de las figuras más excelentes de la cultura europea del siglo XVI, Benito Arias Montano. Montano nace en el seno de una familia culta, estudia en las Universidades de Sevilla (1546) y Alcalá (1548)y más tarde, en León, se ordena sacerdote y asiste a Trento. Felipe II le envía a Amberes como director de la nueva edición de la Biblia Políglota y le nombra profesor de lenguas orientales del Monasterio de El Escorial; en este sentido el padre Juan de San Jerónimo, primer bibliotecario de la librería escurialense, lo definió de la siguiente manera: “muy letrado y gran teólogo y muy visto en todo género de ciencias y lenguas, hebrea y caldea, griega y latina, siriaca y arábiga, almana, francesa y flamenca, toscana, portuguesa y castellana; y todas las sabía y entendía como si en estas naciones se hubiera criado”.
04 enero, 2012
La recepción del darwinismo en los medios no científicos
El origen de las especies apareció en Alemania en 1860, en Francia en 1862, tres años más tarde en Italia… En España, en Madrid, se publicó la primera traducción, aunque incompleta, en 1872, mientras que el texto íntegro del naturalista británico no vio la luz hasta 1877; sin embargo, un año antes ya se podía leer la traducción de La descendencia del hombre.
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