Soldado del espíritu, el investigador defiende a su patria con el microscopio, la balanza, la retorta o el telescopio (Santiago Ramón y Cajal)

27 septiembre, 2013

Roberto Nóvoa Santos

El 6 de julio de 1885 nacía en La Coruña Roberto Nóvoa Santos. Siempre destacó como buen estudiante: finalizó el Bachillerato y la carrera de Medicina con Premio Extraordinario.  Pensionado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), en 1911 marchó a Francia, Austria y Alemania para ampliar conocimientos de fisiología y patología. Ese mismo año defendió su tesis doctoral.
A partir de 1911 se orienta profesionalmente hacia la Universidad: ese año obtiene la plaza de Profesor Auxiliar de Patología General en la Facultad de Medicina de Santiago y en 1912 la cátedra de la misma especialidad en ese centro docente, en el que estuvo hasta 1927; después, animado por Gregorio Marañón, que desea verle en la capital, obtiene la cátedra homónima de la Facultad de Medicina de Madrid, que ocupa hasta su fallecimiento. Marañón decía de él que era “el verbo más neto y más emotivo que escuchó la Universidad española". 

06 septiembre, 2013

Las hermanas Barnés

Este breve relato que voy a contar hoy empieza en un catedrático de Historia de Instituto que se llamaba Francisco Barnés Salinas (1877-1947), que también fue diputado en 1931 y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes en varios gobiernos de la II República.  Francisco casó con Dorotea González y tuvieron tres hijos y cuatro hijas: Dorotea, la mayor, nació en Pamplona en 1904, pero su padre se trasladó al Instituto de Ávila y en la población castellana nacieron Adela (1908) y Ángela (1912). Petra nació en Madrid (1910). Me voy a limitar a trazar unas pinceladas de las mujeres de la familia porque es casi imposible hallar una en la que todas sus mujeres se dedicaran con éxito a la actividad intelectual... ¡en el primer tercio del siglo XX!

26 agosto, 2013

Luis Calandre Ibáñez

El 26 de marzo de 1890 nacía en Cartagena Luis Calandre Ibáñez. Realizó los estudios medios en su ciudad natal y en 1905 marchó a Madrid para estudiar Medicina, y recibe clases de Santiago Ramón y Cajal, Gómez Ocaña, Recasens, Tello,  etc.
 En 1910 se le concede una beca en la recién creada Residencia de Estudiantes y en 1912 solicita una pensión a la Junta para Ampliación de Estudios y marcha a varias ciudades europeas (Berlín, París, Friburgo) con médicos y científicos de prestigio. Al volver a Madrid, regresa a la Residencia de Estudiantes para seguir con los estudios de doctorado, y es nombrado médico de la misma. En la Residencia crea el Laboratorio de Anatomía Microscópica, del que fue director hasta 1932.

16 agosto, 2013

Pedro Simón Abril da cuenta de tres errores a la hora de enseñar las ciencias

El humanista Pedro Simón Abril (ca.1530-ca.1595) es una de las figuras más destacadas de lo que se ha dado en llamar el Humanismo español (del siglo XVI). En 1598 publicó unos Apuntamientos de cómo se deben reformar las doctrinas, y la manera de enseñallas, un opúsculo dirigido a Felipe II en el que se estudia la situación de la enseñanza de su época y se aportan posibles reformas.

06 agosto, 2013

La fundación de la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales

La Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales se creó en 1902 y finalizó su discurrir como tal en 1918, en el que dio paso a la Sociedad Ibérica de Ciencias Naturales. No obstante, no fue más que un cambio de denominación en la estructura de la misma.
Preside la Sociedad el año de su fundación, José Pardo Sastrón (1822-1909) y en el primer número de su Boletín se exponen los fines de la misma y los motivos que dan lugar a su creación; los firma una personalidad polifacética: Juan Moneva y Puyol (1871-1951), que como hombre del Derecho llegó a ser catedrático de Derecho canónico en la Universidad de Zaragoza, pero que también era licenciado en Ciencias Físico-Químicas; el texto en cuestión empezaba:

25 julio, 2013

El matemático Juan Justo García

Juan Justo García fue una de las figuras más destacadas de la, en su época, no muy eminente Universidad de Salamanca, centro del que fue Vicerrector (1823).
Nacido en Zafra (Badajoz) el 11 de febrero de 1752, Juan Justo Saturnino García recibió el grado de Bachiller en Teología en 1772, se ordenó sacerdote, más tarde también obtuvo el grado de Bachiller en  Artes (1773) y en 1778 el de Licenciado en Artes.
Buen conocedor del latín, hebreo y francés y autodidacta de la matemática, vivió 78 años, de los que 56 fueron de actividad universitaria: ejerció la docencia en la cátedra de Álgebra de la Universidad de Salamanca desde 1774.

14 julio, 2013

Los hermanos Elhuyar y el wolframio (y II)

En esta época Juan José viaja a Uppsala (Suecia) para asistir a las lecciones que imparte el químico Torbern Bergman; con él realiza unas prácticas con un material llamado tungsten, mineral sueco semejante al wolfram de los alemanes. Poco antes de que llegara a Suecia el mayor de los Delhuyar, Bergman y Scheele comunican a la Academia de Ciencias de Estocolmo que era probable que en el ácido túngstico [wolfrámico] se encontrara un metal nuevo. El ácido en cuestión formaba parte de una "piedra pesada" (tung sten) de estructura química desconocida hasta entonces. Juan José vuelve a España en Julio de 1782.

04 julio, 2013

Los hermanos Elhuyar y el wolframio (I)

El siglo XVIII es una época de gran conmoción en la ciencia química, es una centuria que muestra claramente la transición de unos modelos y terminologías pseudocientíficas a otras más cercanas a la modernidad, es una etapa en la que la publicación en 1789 del Traité elementaire de Chimie de Lavoisier (1743-1794) produce una alteración de los fundamentos de esta ciencia, similar a la que años antes había provocado Newton con sus Principia. El mundo químico asiste expectante a los estudios sobre la combustión, la síntesis del agua, la modificación de la nomenclatura química… y personalidades como Pristley, Scheele, Cavendisch, Furcroy, Berthollet, y muchos otros, son las grandes impulsoras de la disciplina. En este contexto histórico nacieron los hermanos Delhuyar.

28 mayo, 2013

Los partidarios de la lengua romance en la España científica del siglo XVI


En España se dieron unas circunstancias que promocionaron la lengua romance; entre éstas se puede destacar la utilización del castellano por Carlos I como instrumento imperialista. Así, en 1536, llegó a pronunciar un discurso, ¡en castellano!, ante el papa Pablo III y las diplomacias francesa y veneciana, lo que iba en contra de los protocolos más tradicionales, que exigían el uso del latín.

21 mayo, 2013

Los partidarios de la lengua latina en la España del siglo XVI


¿Por qué se escribe en latín en la España científica del siglo XVI? ¿Qué razones esgrimen los defensores del latín como lengua científica?
Uno de los primeros argumentos a favor de la utilización de latín se basaba en su universalidad: un libro escrito en latín podría ser leído por cualquier hombre de ciencia de cualquier país, algo que no sucedería con las obras escritas en lenguas vulgares. Algo parecido a lo que hoy ocurriría si alguien creyera que sus trabajos científicos, publicados en una lengua diferente del inglés, iban a ser leídos por la comunidad científica internacional. A esto había que añadir el importante papel jugado por la imprenta ya que, si se publicaba en latín, los impresores tenían menos problemas para difundir los textos científicos en las diferentes ferias internacionales.

14 mayo, 2013

El lenguaje científico en el siglo XVI español

En la Baja Edad Media, y en la península Ibérica, el catalán y el castellano tenían una importancia muy superior a la que poseían en el resto del continente las demás lenguas europeas y, quizás por ello, en 1492 se publicó en España la primera gramática de una lengua romance, la Gramática sobre la lengua castellana de Antonio de Nebrija (1441-1522). Sin embargo, en el Renacimiento esta tradición de los años precedentes se vio, en gran medida, interrumpida por la influencia del latín como lenguaje científico.

02 mayo, 2013

Duperier y la “sensibilidad” científica


De Arturo Duperier (1896-1959) me he ocupado en otra entrada de este blog (http://espanaciencia.blogspot.com.es/2011/05/arturo-duperier-1896-1959-y-sus.html). Ahora quiero narrar un penúltimo episodio en la vida de este físico español.
Los científicos ingleses, conscientes de la valía del español, quieren ceder la mayor parte de los aparatos con los que el abulense ha estado trabajando en el Reino Unido porque, ajenos a formalismos políticos, desean no interrumpir la continuidad investigadora del español, esté donde esté y, en palabras del ya galardonado con el Nobel, Blackett: "como un tributo a su labor pionera en este campo de variaciones temporales de rayos cósmicos durante su residencia en Gran Bretaña".

09 abril, 2013

La Asociación Española para el Progreso de las Ciencias


En 1908 se iban a celebrar en la capital aragonesa unas fiestas conmemorativas del Centenario de los Sitios. Aprovechando esto, la Sección de Zaragoza de la Real Sociedad Española de Historia Natural (RSEHN) propuso a la dirección nacional organizar en Zaragoza un congreso nacional de naturalistas. La propuesta inicial se amplió a todos los aspectos de la investigación científica. El entonces Presidente de la Sociedad, Luis Simarro (1851-1921), se dirigió al muy influyente Segismundo Moret (1833-1913) para que avalara el futuro congreso. No en vano este ex-catedrático de Instituciones de Hacienda de la Universidad Central era un político de raza que había sido varias veces Ministro (con Amadeo I,   Alfonso XII, durante la regencia de María Cristina y con Alfonso XIII), amén de Presidente del Consejo de Ministros de España y Presidente del Congreso de los Diputados de España.

03 marzo, 2013

La polémica de la ciencia española hoy


Al pueblo español le han gustado siempre las banderías, partidarios de una teoría se han enfrentado, a veces violentamente, con los opuestos a la misma, defensores de un criterio se han enzarzado con los seguidores de la doctrina contraria. Aunque es cierto que de la discusión y del debate sale la luz, a veces lo que aflora es el amor propio y, en este caso, el resultado de la controversia es estéril porque se justifica una afirmación sin los conocimientos adecuados. Algo de esto ocurrió en la famosa "polémica de la ciencia española” que ocupó buena parte de los ambientes culturales y científicos de la España del siglo XIX.

23 febrero, 2013

1553, un magnífico relato de Ecología del Nuevo Mundo


En la importante obra de Pedro de Cieza de León, La crónica del Perú, abundan las referencias ecológicas y en el capítulo XLVI de la misma el cronista hace un relato espléndido de lo que es un ecosistema; entremezcla datos geográficos, etnográficos, antropológicos, botánicos, zoológicos, relaciones interespecíficas, etc. Primeramente sitúa la región que va a describir de manera global, encuentra concordancia entre la benignidad del clima y la variedad de formas naturales, ubica exactamente la provincia de Puerto Viejo, refiere los vegetales de la comarca, las especies zoológicas y las relaciones entre las diferentes especies.

29 enero, 2013

La botánica del XVIII, el Jardín de Madrid y el impulso intelectual ilustrado

La botánica fue, sin lugar a dudas, la ciencia de moda durante la Ilustración: era objeto de interés de personas ociosas, de farmacéuticos, médicos e instituciones: cátedras, academias y, evidentemente, los jardines se ocuparon de reconocer, estudiar, catalogar y difundir el enorme y desconocido patrimonio botánico que se encontraba en suelo español.

19 enero, 2013

El geómetra Eduardo Torroja


Eduardo Torroja es junto con José Echegaray y Zoel García de Galdeano una de las personalidades más responsables del resurgir de la matemática española después de muchos años de extrema decadencia.
Eduardo Torroja Caballé nació en Tarragona en 1847. Realizó los estudios medios en el Instituto de su localidad, en el que su padre era catedrático de Geografía e Historia, y en la Universidad Central de Madrid obtuvo los grados de Bachiller en Ciencias (1864), Licenciado en Ciencias (1866), Arquitecto (1869) y Doctor en Ciencias (1873).
En 1869 ingresó como ayudante en el Observatorio Astronómico de Madrid, donde intervino en la triangulación geodésica de España.

08 enero, 2013

La creación de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas

Al finalizar el siglo XIX España contaba con un buen plantel de científicos, no eran muchos, es cierto, pero sí constituían una especie de catapulta desde la que se podrían lanzar nuevos proyectos intelectuales. Era una prueba de que en nuestro país se habían puesto algunos cimientos científicos a mediados de ese siglo sobre el que se había creado un pequeño edificio.  En efecto, son años en los que personalidades como Jaime Ferrán i Clua (1851-1929) en la medicina y bacteriología, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) en la histología, Leonardo Torres Quevedo (1852-1936) en la ingeniería y la matemática, Eduardo Torroja y Caballé  (1847-1918) en la matemática, Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero (1825-1891) en la geodesia, Federico Olóriz Aguilera (1855-1912) en la medicina y antropología, Odón de Buen y del Cos (1863-1945) en la biología, y muchos más constituyen un buen elenco de intelectuales con un buen ganado prestigio científico, en España y fuera de nuestras fronteras, que va a ser el punto de partida de la ciencia del nuevo siglo.

27 diciembre, 2012

Joaquín Landerer, un personaje curioso en el panorama científico español


En 1841 nacía en Valencia José Joaquín Landerer y Climent. De padre suizo y madre valenciana fue una personalidad autodidacta, algo no muy frecuente en los ámbitos científicos. En la Universidad de Valencia logró el grado de Bachiller en Ciencias y al casarse, en 1867, con Dolores de Córdoba, hija de un terrateniente, tuvo el dinero suficiente para dedicarse a sus gustos intelectuales. Desde muy pronto sus aficiones se dirigieron hacia los campos astronómicos, geológicos, paleontológicos y meteorológicos.

11 noviembre, 2012

Ramón y Cajal y la ciencia no biológica


¿Cuál era la visión que tenía Santiago Ramón y Cajal de las otras ciencias, de la cultura científica que poco o nada tenía que ver con la neurobiología?
Sabemos, por ejemplo, que siendo profesor en la Universidad de Valencia descubrió al Echegaray científico a través del libro titulado Teorías modernas de la Física. Sobre esta obra el biólogo dice que tiene mayor valor “que las celebradas obras de vulgarización de Tyndall, en Inglaterra, y de J. H. Fabre en Francia”. Esto lo contó en mayo de 1922, en el discurso de recepción de la medalla Echegaray. Al nombrar el texto del polifacético escritor le sirvió para comparar la divulgación científica hecha por el español y la que se realizaba allende nuestras fronteras. 

12 octubre, 2012

Los hombres de letras loan a los de ciencias


Pocas personas conocen y reconocen el importante trabajo que hacen los hombres de ciencia. Algunos se burlan de las, para ellos, “raras” investigaciones que realizan estos, porque sus neuronas no les permiten comprender que, muchas veces, la ciencia hace descubrimientos que “parecen” sin importancia y que después, el tiempo, consagra como un gran avance.
No es infrecuente encontrar en las primeras páginas de libros científicos de los siglos XVI y XVII elogios al autor, realizadas por importantes, y no tan eminentes, personajes del mundo de la literatura. Las alabanzas suelen ser escritas en verso y el soneto es utilizado frecuentemente. En relación con esto quiero traer a cuento un ejemplo poco desconocido; ignorado porque a Liñán de Riaza no le conocen ni los licenciados en Literatura española (hagan la prueba) y al médico Pedro Torres...

01 octubre, 2012

Ramón y Cajal y Echegaray


En 1907 la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales crea, a propuesta de Santiago Ramón y Cajal, la “Medalla Echegaray” para honrar la memoria del que fuera su presidente y para servir de acicate a todos los hombres de la cultura. Esta distinción la recibieron, además del matemático (y dramaturgo) a la que debe su nombre, en 1910, el arabista Eduardo Saavedra, en 1913 S.A.R. el Principe Alberto I de Mónaco (fundador del Museo Oceanográfico), en 1916 el ingeniero Leonardo Torres Quevedo, tres años más tarde el químico Svante Arrhenius, en 1922 el histólogo Santiago Ramón y Cajal, en 1925 el profesor Hendrick A. Lorenz, en 1928 el zoólogo Ignacio Bolívar, etc.

19 septiembre, 2012

1902 y el trato que se da en España a la química


Sin comentarios, porque no los necesita, trascribo un fragmento de un artículo de José Rodríguez Carracido (1856-1928), catedrático de Química Orgánica y de Química General, titulado Cómo cultivamos la Química en España y cómo debe ser cultivada, que apareció en 1902 en Nuestro Tiempo.

10 septiembre, 2012

Ciencia y cultura españolas


La desconsideración con los trabajos de los hombres de ciencia la podemos encontrar en muchos libros, entre los que están los que tratan asuntos históricos. Teniendo en cuenta exclusivamente obras de historia de España o de cultura española, de carácter más o menos general o divulgativo, podemos afirmar que la mayor parte de libros de este asunto olvidan la labor científica, obvian a las instituciones relacionadas con la ciencia y, en fin, ningunean todo aquello que tenga el menor viso científico. Veamos tres casos más que significativos: una historia general de España, un texto general de cultura española y un libro de cultura española de los siglos XVI y XVII.

24 agosto, 2012

Breve historia de la ciencia española (López Ocón)


Cualquier texto que pretenda enseñar a nuestra sociedad los logros de la ciencia española de todas las épocas, me parece un loable propósito, y habré de alegrarme de que un libro como esta Breve historia de la ciencia española de Leoncio López-Ocón (Alianza, Madrid, 2003, pp. 479,12 euros) figure en las librerías y bibliotecas de nuestro país.  No es un texto reciente, pero es bueno y eso basta.
La obra de López-Ocón está dividida en tres partes fundamentales: la primera comprende los avatares científicos y técnicos de la España de los Austrias, la segunda abarca las actividades de esta índole en los siglos XVIII y XIX, hasta 1875; y en la última se interesa por los postreros 125 años de nuestro pasado científico y tecnológico. Uno de los hilos conductores de esta obra es que hay momentos de “guadianización”, oscurecimiento, o casi desaparición de la actividad científico-técnica, después de una etapa de influencia.

13 agosto, 2012

Las sociedades de Ciencias Naturales en el cambio de siglo (XIX-XX)


Desde el último tercio del siglo XIX se fue creando en España una base institucional naturalista en la que el territorio español era explorado por científicos de allende nuestras fronteras porque, a fin de cuentas, era un espacio riquísimo en novedades, mucho más rico que los de los lugares de origen de los extranjeros. Quizá por esto es más que posible que el desarrollo científico de la historia natural en España esté relacionado con proyectos colectivos más o menos nacionalistas.
Y esta situación provocó la renovación de los saberes en ciencias naturales en dos aspectos: uno referido al reconocimiento de los naturalistas españoles de la etapas anteriores y otro al que tuvo que ver con el conocimiento que de la naturaleza de su territorio hacen los científicos de nuestro país.

30 julio, 2012

El paisaje como ciencia: Juan Carandell


Juan Carandell y Pericay nace en 1893 en la población gerundense de Figueras. Estudia el bachillerato en Barcelona y en 1911 obtiene el título de maestro de Primera Enseñanza. En Madrid se licencia en Ciencias Naturales (1913) y, bajo la dirección del geólogo Lucas Fernández Navarro (1869-1930), se doctora el año siguiente con una tesis sobre las calizas cristalinas del Guadarrama.
En 1910 la Junta para Ampliación de Estudios crea, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, el Laboratorio de Investigaciones Geológicas que, en un primer momento, dirige el ya eminente geólogo Eduardo Hernández-Pacheco (1872-1965), también catedrático de la Universidad de Madrid. En este Laboratorio toma contacto con el paleontólogo alemán Hugo de Obermaier (1877-1946), con el que realiza varios trabajos geológicos sobre el clima cuaternario en España y el glaciarismo de esa época en la Sierra de Gredos, Sierra de Guadarrama, Sierra Nevada y otros estudios más generales

28 junio, 2012

Ciencia, revista del exilio científico español


Después de la Guerra Civil (1936-1939) muchos científicos españoles se dirigen a diversos países americanos: Colombia, Venezuela, Argentina, Estados Unidos, etc., pero la política de México actuó de imán de muchos de los exiliados y así, un buen número de científicos fijó su residencia en ese país centroamericano.
El 1 de marzo de 1940 ve la luz en México el primer número de la revista Ciencia, una publicación se subtitulaba “Revista hispano-americana de ciencias puras y aplicadas”. La presentación de la misma la realizaba el insigne naturalista Ignacio Bolívar Urrutia (1850-1944), y en ella se indicaba la finalidad de la misma: “difundir el conocimiento de las Ciencias físico-naturales y exactas y sus múltiples aplicaciones, por considerarlas como una de las principales bases de la cultura pública, para lo que procurará, por todos los medios a su alcance, aumentar el interés hacia su estudio en los países hispano-americanos”.
La revista se publica hasta 1975: un total de 29 volúmenes que aparecen mensualmente (los veinte primeros) y bimensualmente, el resto.

19 junio, 2012

La política le desvió de la psiquiatría: José María Esquerdo


José María Esquerdo Zaragoza nació en 1842 en la población alicantina de Villajoyosa. Era el menor de ocho hermanos e hijo póstumo de un labrador. Comenzó sus estudios de Medicina en Valencia y los terminó en la Universidad de Madrid, donde se doctoró en 1865. Su vocación científica le llevó muy pronto a orientarse por la patología mental.
Durante su carrera universitaria fue un activo miembro de la cátedra de Pedro Mata (1811-1877), su punto de referencia científico más importante. Esquerdo veía en Mata a un “sabio y venerable maestro” y a la autoridad máxima de la patalogía mental. No en vano había sido su alumno aventajado, su colaborador científico y docente: uno de sus seguidores tanto en el ámbito médico como en el político.
En 1868 obtuvo la plaza de médico en el Hospital General de Madrid, donde se había organizado una Escuela Libre de Medicina a raíz de “La Gloriosa”. Su interés por la psiquiatría le hizo viajar por diferentes países europeos y relacionarse con personalidades de la talla de Jean Martin Charcot y Cesare Lombroso (1836-1909).

08 junio, 2012

Los conocimientos complementarios a la hidrología en el siglo XIX


Durante mucho tiempo, antes de que la hidrología tuviera cierta entidad en los centros universitarios, los saberes científicos al respecto eran muy peculiares. Hay que tener en cuenta que la hidrología no formó parte del currículum de la carrera de médico hasta 1866, donde se impartía en la asignatura de “Ampliación de la Terapéutica y Farmacología. Hidrología médica”, bien es cierto que no hubo cátedra de la disciplina hasta 1912 y sólo en Madrid.